Argentina: Detienen a 30 personas acusadas de pedir sobornos en una feria "ilegal"
La Policía argentina ha llevado a cabo 57 allanamientos y detenido a 30 personas acusadas de integrar un grupo mafioso. Jorge Castillo, señalado como cabecilla de esta banda, se resistió a la inspección de su residencia en la ciudad de Luján (a 67 kilómetros de Buenos Aires) disparando con una escopeta e hiriendo a un oficial.
"Se lo detiene y realiza un disparo con arma de fuego, más precisamente con una escopeta", declaró el fiscal a cargo de la causa, Sebastián Scalera. Además relató cómo funcionaba la organización que controlaba la feria comercial La Salada, ubicada en el municipio de Lomas de Zamora. "Lo que hacían era obstaculizar permanentemente el tránsito y la circulación en los alrededores de la feria, con lo que impedían que los vecinos pudieran salir de sus casas o volver a sus domicilios", dijo.
Pero además "explotaban de manera ilegal los puestos, cobraban un canon a puesteros para poder permanecer en el lugar, cobraban un canon por seguridad, una seguridad privada paralela a la Policía de Buenos Aires". A esto se sumaba "el pago de limpieza, el pago de un bono contribución, el pago de la ocupación del espacio para estacionamiento y el pago del estacionamiento".
El saldo del operativo
Según informó el diario 'Clarín', además de Castillo fueron detenidos su hermano y un sobrino. También están acusados tres policías: dos de la Policía Bonaerense y uno de la Federal.
Por otra parte, durante los múltiples allanamientos, fueron incautadas 20 armas, incluida una picana eléctrica (arma de electrochoque), 20 computadores, sistemas de monitoreo, documentación y dinero en efectivo.
Según las estimaciones del diario argentino, La Salada facturaba más de 300 millones de pesos (18 millones de dólares) por día. Asimismo tenía sucursales en distintos puntos del país.
El desmantelamiento de la feria
La investigación judicial que apunta contra esta banda, estuvo impulsada -además de por los hechos extorsivos- por el carácter ilegal de la feria, que vendía productos elaborados en talleres clandestinos.
Es por ello que en paralelo a las detenciones, con el uso de maquinaria pesada acompañada por personal policial, se derribaron todos los puestos del predio de La Salada, tal como reseñó el diario 'Perfil'. Algunos comerciantes, que con este operativo perdieron su trabajo, intentaron resistir la demolición pero no pudieron frenar el accionar de las máquinas.