El presidente francés, Emmanuel Macron, opina que hoy en día no hay una alternativa viable al presidente de Siria, Bashar al Assad, para evitar que el país se convierta en un Estado fallido.
"La nueva perspectiva que he tenido sobre este tema es que no he declarado que la destitución de Bashar al Assad sea una condición previa para nada, porque nadie me ha mostrado un sucesor legítimo", dijo el mandatario en una entrevista a varios periódicos europeos.
El nuevo enfoque de Macron difiere del discurso político de su predecesor, François Hollande, que abiertamente abogó por el cambio de Gobierno en Siria. "Al Assad es el origen de este problema, y no puede ser parte de la solución", dijo el expresidente ante la Asamblea General de la ONU en 2015.
Macron asegura que la política francesa hacia Siria ahora está más alineada con los objetivos rusos en el país árabe. El jefe del Elíseo destacó que la lucha contra todos los grupos terroristas es primordial. "Son nuestros enemigos. Necesitamos la cooperación de todos, especialmente de Rusia, para erradicarlos", enfatizó Macron.
Según sus palabras, la política francesa se enfocará en lograr la "estabilidad" en Siria en lugar de involucrarse en un conflicto al estilo libio. "¿Cuál fue el resultado de esas intervenciones? Estados fallidos en los que florecieron los grupos terroristas. No quiero eso en Siria", enfatizó el dirigente francés.
El líder galo destacó que París considerará una intervención militar directa contra Damasco solo "si se demuestra que se utilizan armas químicas y se detecta su procedencia". En tal caso, Francia llevaría a cabo ataques unilaterales "para destruir los depósitos de armas químicas identificados".
"Mi profunda convicción es que debe haber una hoja de ruta diplomática y política. No resolveremos la cuestión solo con la fuerza militar. Ese es un error colectivo que hemos cometido", declaró Macron.