Los bombardeos de Yugoslavia en 1999 por la OTAN fueron una acción de guerra no convencional que hace recordar a los ataques atómicos a Japón en 1945, según el retirado general italiano y diplomático militar de la OTAN, Biagio di Grazia.
En una entrevista concedida al diario serbo 'Política' con motivo de su visita al país balcánico la semana pasada para presentar su libro ¿Por qué la OTAN bombardeó a Serbia?', Di Grazia explicó que esta "guerra experimental" fue usada por la OTAN no solamente para entrenar a sus Fuerzas Aéreas en ataques desproporcionados en lo que se refiere al número de atacantes y defensores.
Recordando los ataques nucleares de EE.UU. a Japón, Di Grazia indicó que mientras que "la bomba atómica arrojada a Hiroshima se puede considerar parcialmente como un acto militar, la siguiente, la que cayó sobre Nagasaki -cuando Japón ya había aceptado la capitulación- marcó el comienzo de la Guerra Fría y era un mensaje de EE.UU. a la Unión Soviética".
De la misma forma, los bombardeos de Yugoslavia fueron un "mensaje enviado a Rusia para mostrar quién ganó la Guerra Fría", explicó el militar retirado.
"Y nada de esto fue culpa de Serbia, que hizo todo lo que pudo, pero en aquellas circunstancias internacionales, Rusia era débil", subrayó.
Hoy en día, la situación es muy diferente, sostiene. Di Grazia cree que a Corea del Norte no le aguarda la misma suerte que a Serbia, no solamente por disponer de armas nucleares, sino también por tener a su lado a una reforzada China. Además, señaló que Rusia ha vuelto a su estatus de superpotencia.
foto: Un edificio destruido durante los ataques aéreos de la OTAN en el centro de Pristina, la capital de Kosovo (Serbia), el 28 de marzo de 1999.