China y sus submarinos: un eventual ataque "clandestino" atemoriza al Pentágono

El informe anual del Departamento de Defensa de EE.UU. sobre China se centra en la creciente capacidad de la flota sumergible del Ejército Popular de Liberación, cuyo objetivo final es el liderazgo en los mares.

Preocupación en Washington. Gran parte de los submarinos de la Armada china son relativamente más ruidosos y más fáciles de detectar que los de EE.UU. Pero los más modernos en posesión de Pekín, dotados de misiles de crucero y armas nucleares, han infundido miedo en el Pentágono.

La rápida modernización y desarrollo tecnológico de la Armada china centra el informe anual del Pentágono, cuyas revelaciones recoge la revista 'The National Interest'.

El documento enumera y clasifica los 63 submarinos operables que tiene la Armada del Ejército Popular de Liberación. Destaca entre ellos los portadores de misiles de crucero antibuque, que son la categoría cuyo número aumenta más entre todos los sumergibles. Desde los años 1990 los ha construido 13 de clase Song y 17 de clase Yuan. Tres más de este último tipo estarán disponibles para 2020.

Para las misiones de largo alcance y la disuasión nuclear, Pekín cuenta con dos submarinos de ataque clase Shang 1 y cuatro Shang 2, los cuales han sido construidos en lo que va de siglo. Los más modernos son otros cuatro clase Jin (proyecto 094), armados con misiles balísticos intercontinentales Julang-2. Los autores del reporte definieron estos últimos como "la primera fuerza marítima confiable de disuasión nuclear".

El informe aconseja no olvidarse de la presencia en la flota sumergible china de 12 submarinos clase Kilo, de fabricación rusa. Se afirma que fueron diseñados "para repartir ojivas a grandes distancias". Pronto habrá una clase de sumergibles nueva, cuya construcción comenzará después del 2020: los armeros la dotarán de unos misiles más letales, los conocidos como JL-3.

Además, Pekín desarrolla una nueva clase de submarinos basada en los Shang: el proyecto 093B. Según el informe, esta clase "no solo aumentará las capacidades bélicas mar-tierra de la Armada del EPL, sino que le proporcionará la posibilidad de [realizar] ataques a tierra más clandestinos".

Gran parte de la creciente amenaza proviene del novedoso misil supersónico YJ-18, estiman los expertos del Pentágono. Comparten opinión sus colegas del otro lado del Pacífico, que lo definen como "el misil de crucero antibuque más perfecto".

En el Pentágono sospechan que los misiles que Pekín coloca en los silos de sus submarinos forman parte de una estrategia de 'guerra sin contacto' que profesan desde hace décadas los propios estadounidenses. Esta suposición fue desarrollada por los autores de otro informe, emitido recientemente por la Oficina de Inteligencia Naval de EE.UU.

Por el momento, la flota submarina de China no ha alcanzado capacidades comparables a las de EE.UU., resumen los expertos, la brecha entre ambas se está cerrando rápidamente. El objetivo final de los chinos, advierten, es "sustituir a la Marina de Guerra estadounidense como fuerza submarina más capaz del mundo".