El aguacate genera miles de millones de dólares para México y según datos de la Secretaría de Economía de ese país, en el 2016 los ingresos por la venta de esta fruta superaron los registrados por el sector petrolero. Una industria tan lucrativa que ha provocado una guerra entre cárteles que quieren controlar este negocio millonario.
Esta fruta mexicana es incluso una de las protagonistas de la popular Super Bowl, el partido final del campeonato nacional de fútbol americano en EE.UU., que se disputa a inicios de cada año. Para esta edición, jugada en febrero pasado, se exportaron alrededor de 100.000 toneladas. El 12% del consumo anual en esa nación se produce tan solo en la semana de la Super Bowl.
Sin embargo, este sector agrícola del país latinoamericano se ha enfrentado a serios problemas. Cuatro quintas partes de su producción se genera en el oeste de México, en el estado de Michoacán. Específicamente en el municipio de Tancítaro, que concentra 22.000 hectáreas de huertas aguacateras certificadas.
'La gallina de los huevos de oro verde'
Aunque esa región era un paraíso laboral para sus habitantes, también se convirtió en 'la gallina de los huevos de oro verde' para la delincuencia organizada, que se financiaba extorsionando a los agricultores. Les pedía un derecho de piso que iba desde los 50 dólares por hectárea al año hasta un 50% de las ganancias de la cosecha.
La asociación local de cultivadores reaccionó ante el problema de inseguridad creando la Fuerza de Seguridad Pública de Tancítaro. Estos pistoleros civiles del aguacate han patrullado la zona desde hace cuatro años y han permitido que se recobre la actividad agrícola.
Pero esta no es la única batalla que ha intentado frenar el 'oro verde'. En el 2014, Costa Rica, uno de los cinco compradores principales de aguate mexicano, cerró la puerta a su importación, argumentando que podría provocar un contagio de la enfermedad conocida como 'mancha de sol', que afectó a las plantaciones de Michoacán.
México es el principal productor y exportador de esta fruta a nivel mundial, pero paradójicamente, el aguacate para consumo nacional ha experimentado una escalada de precios al llegar a venderse en hasta cinco dólares por kilo. De esta manera se ha convertido en uno de los productos más caros y difíciles de conseguir en el país.