Durante dos décadas, las figuras más importantes de la Iglesia de Inglaterra (Reino Unido) ayudaron a ocultar los abusos sexuales de un exobispo a varios jóvenes —algunos menor de edad—, según un informe independiente publicado por el diario británico 'The Guardian'.
En octubre del 2015, el antiguo obispo anglicano de Lewes y Gloucester, Peter Ball, fue condenado a 32 meses de prisión tras admitir que abusó sexualmente de 18 jóvenesentre 17 y 25 años mientras ejercía su cargo entre las décadas de los 70 y los 90. Sin embargo, en febrero de este año fue puesto en libertad debido a una reducción de condena.
Este jueves, el arzobispo de Canterbury y líder de la Iglesia de Inglaterra, Justin Welby, ha reconocido este comportamiento "inexplicable y estremecedor" de la congregación anglicana, que no auxilió a "quienes fueron lo suficientemente valientes como para denunciar", y ha solicitado que se investigue cómo gestionó el caso su institución.
Por su parte, el documento señala que la conducta de Ball "causó daños graves y duraderos en la vida de muchas personas", mientras que "las más altas instancias" de esa congregación apoyó "imprudentemente" su conducta "durante muchos años".