Pionyang ha negado ningún tipo de trato cruel o tortura al estudiante norteamericano fallecido Otto Warmbier y ha denunciado una "campaña de difamación" de EE.UU. en torno a su muerte. Se trata de la primera reacción oficial norcoreana desde que Warmbier, quien pasó 17 meses detenido en Corea del Norte con una "grave lesión neurológica", falleciera una semana después de su liberación.
Un portavoz del Consejo Nacional de Reconciliación del Norte, citado por la agencia oficial de noticias norcoreana KCNA, aseguró que las "agencias relevantes" del país tratan a "todos los delincuentes" que cometen crímenes contra la república "de acuerdo con las leyes internas y los estándares internacionales" y que Warmbier "no fue una excepción'".
La agencia acusó a Seúl de tratar de dañar la imagen de Pionyang con su "calumnioso discurso sobre trato cruel y tortura", ignorando el trato "humanitario" que Warmbier recibió en el Norte. Por otro lado, también calificó las acusaciones de maltrato como "una campaña de difamación" estadounidense.
"Le proporcionamos tratamiento médico con toda sinceridad"
Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte emitió una declaración en la que asegura que a pesar de que Pionyang "no tenía por qué mostrar misericordia ante semejante criminal del Estado enemigo", le proporcionaron a Warmbier "tratamiento médico y cuidado con toda sinceridad sobre una base humanitaria hasta su regreso a EE.UU.", según cita la agencia Yonhap.
"Un misterio para nosotros también"
Asimismo, un portavoz de la Cancillería norcoreana declaró, en comentarios citados por KCNA, que el estudiante fue "víctima de la política de paciencia estratégica" del anterior presidente de EE.UU., Barack Obama, cuyo Gobierno nunca pidió su liberación.
El vocero agregó que el hecho de que Warmbier "muriera repentinamente" menos de una semana después de su regreso a EE.UU. con, según él, "indicadores normales de su estado de salud", es "un misterio para nosotros también".