La Policía Metropolitana londinense ha determinado que el incendio en la Grenfell Tower de Londres del pasado 14 de junio, que ha dejado un saldo provisional de 79 muertos y decenas de heridos, habría sido provocado por un refrigerador defectuoso y problemas en el revestimiento exterior del edificio.
De acuerdo con 'The Guardian', la superintendente de Scotland Yard, Fiona McCormack, ha asegurado este viernes que la entidad levantará cargos de "homicidio involuntario" contra las empresas involucradas. "Estamos investigando cada infracción de seguridad e higiene y protección contra incendios. Así mismo, estamos escuchando a todas las empresas que participaron en la remodelación y construcción del edificio", afirmó en declaraciones a la prensa.
Según McCormack, el sistema de aislamiento y las baldosas del edificio "no superaron las pruebas de seguridad" realizadas dentro del marco de la investigación. Al parecer el material de revestimiento resultó "más inflamable" que el sistema de asilamiento, provocando que el fuego se iniciara y se propagara rápidamente. Los investigadores ahora tratan de establecer si el uso de estos componentes era ilegal.
La detective detalló que el modelo del refrigerador causante del siniestro (Hotpoint FF175BP) no había estado sujeto a ninguna restricción para ser retirado del mercado. Por su parte, el fabricante aclaró que no ha tenido acceso al electrodoméstico en concreto y por tanto no ha podido llevar a cabo ninguna prueba.
Las autoridades han asegurado que "hay más" víctimas del incendio en el interior de la torre y por tanto las labores de recuperación e identificación de cuerpos continúan. Se prevé que la investigación de la tragedia se prolongue hasta finales del año.