El Príncipe Enrique de Gales ha confesado en una entrevista publicada por el diario 'Mail on Sunday' que una vez quiso retirarse y vivir una vida común y corriente, pero decidió permanecer y crearse un papel en la familia real británica con el objetivo de ayudar a su abuela, la reina Isabel II.
Tras varios años de desenfreno, Enrique encontró su camino en el servicio militar, una etapa de su vida que incluyó dos estancias en Afganistán y trabajo caritativo, después de que se viera obligado a abandonar el Ejército de Reino Unido.
"En el Ejército fui simplemente Enrique"
Este noble recuerda con cariño sus años como militar y confiesa que se sintió "muy resentido" cuando, en 2007, tuvo que marcharse de Afganistán después de 10 semanas porque un medio de comunicación filtró su posición y puso en peligro su seguridad.
"Estar en el Ejército fue mi mejor escape. Sentí que de verdad logré algo, obtuve un entendimiento profundo de todo tipo de la gente con diferentes orígenes y sentí que formaba parte de un equipo" en el que "no fui un príncipe, simplemente Enrique", asegura.
"Caridad es el camino mostrado por mi madre"
Enrique de Gales terminó su carrera militar a los 32 años, después de una década de servicio. Sin embargo, a los 28 siguió el consejo de su hermano mayor, el príncipe Guillermo, y buscó ayuda profesional para luchar contra sus problemas psicológicos y encontrar su camino: la filantropía.
Ahora emplea gran parte de su tiempo en ayudar a militares heridos. Fruto de ello son los Juegos Invictus, un evento multideportivo en que compiten militares y veteranos discapacitados. En la entrevista, Enrique explica que tanto a él como a su hermano les "apasiona de manera increíble su trabajo caritativo" porque es "el camino que les mostró su madre", la difunta princesa Diana.
"La monarquía no puede continuar así"
Después de varios años repletos de dudas, Enrique de Gales parece centrado en su familia. "Queremos asegurar que la monarquía continúe" porque "sentimos que los británicos y todo el mundo necesitan una institución como esta", declara.
Sin embargo, el que ocupa el quinto lugar en su línea sucesoria estima que esa institución "no puede continuar" como hasta ahora y promete una modernización en el futuro, debido a que "las cosas avanzan muy rápido, sobre todo por la influencia de las redes sociales". "Hay tantas cosas negativas en el mundo que nosotros, como familia, tratamos de agregar algo positivo", insiste Enrique.