Por primera vez desde 1991 la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EE.UU. lleva a cabo una práctica común durante la Guerra Fría: realizar informes no clasificados analizando de manera global el poder militar de Rusia. En el nuevo trabajo, que no revela secretos, hay, eso sí, una conclusión clara: Rusia está reformando exitosamente sus fuerzas armadas tras quedar debilitdas con el colapso de la URSS, recoge AP.
"En la próxima década pude surgir una Rusia con más confianza y más capacitada aún", advierte el director de la Agencia, Vincent Stewart. EE.UU. tiene que aprender a "anticiparse en vez de reaccionar a sus acciones", afirma.
"Las fuerzas militares de Rusia están en auge", reza el informe, que destaca que, a diferencia de la URSS, cuyo poderío militar se basaba en gran medida en unidades grandes y equipos pesados, las fuerzas armadas rusas "son menores y más móviles y equilibradas" y tienen capacidad para librar con rapidez librar "una guerra plenamente moderna". El siguiente informe que prepare la Agencia será sobre China, anuncia Stewart.
Moscú siente una "profunda desconfianza hacia Washington"
El informe destaca como causa del refuerzo de las capacidades militares rusas la "profunda e inmutable desconfianza" que Moscú siente Moscú acerca de Washington. Rusia "busca usar su poder militar para promover la estabilidad según sus propios términos", reza el informe.
El Kremlin recela de la intención de la Casa Blanca de imponer "un surtido único de valores globales" y por intervenir en los asuntos interiores de Rusia con el objetivo de cambiar el Gobierno. Según la inteligencia estadounidense, esta última sospecha se intensificó tras el golpe de Estado en Ucrania en 2014 tras producirse una serie de protestas que Moscú cree orquestadas por Washington.
"Resolver el conflicto sirio es imposible sin Rusia"
En relación a la operación militar rusa en Siria, el informe afirma que la intención de Moscú es "eliminar los elementos yihadistas" que viajaron a este país árabe desde el territorio de la antigua URSS". Estos pueden convertirse en una amenaza para la seguridad rusa al regresar. Asimismo, a Moscú le preocupa la situación en Afganistán, desde donde puede expandirse el extremismo islámico.
La intervención militar de Rusia en Siria "cambió toda la dinámica" de la situación por el apoyo de Moscú al presidente Bashar al Assad. "Es imposible una resolución del conflicto sin la aprobación por parte de Rusia", concluye el informe.
"Qué pena no haber sabido antes que el Pentágono se asombrara tan fácilmente"
El informe no ha podido evitar el lugar común de las recientes acusaciones estadounidenses contra Rusia al tachar a la cadena RT y a la agencia Sputnik de propaganda rusa que busca "influir, confundir y desmoralizar". La directora del grupo RT, Margarita Simonián, ha comentado estas acusaciones de manera sarcástica.
"¿Dos centenares de periodistas (aunque de verdad brillantes) en un par de años se han covertido en una amenaza para el Ejército más poderoso del mundo? Qué pena no haber sabidoantes que el Pentágono se asombraba tan fácilmente… Entonces habríamos descansado más y trabajado menos", ha afirmado Simonián.
"La política exterior de EE.UU. es difícilmente explicable"
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que este informe sobre el creciente poderío militar de Rusia afecte los planes de EE.UU., el presidente de la consultora EKAI Center, Adrian Zelaia, opina que la política exterior de Washington "es difícilmente explicable". El informe confirma que las posiciones de Rusia son "estrictamente defensivas" y que Moscú "no ha desarrollado ningún tipo de estrategia agresiva, pero pese a ello en EE.UU. crece "la inseguridad en el ámbito tanto militar como político", la cual ha sido "desatada por la postura independiente de Moscú y Pekín", destaca el experto.