"Lo que queda del califato del Estado Islámico se desmoronará, probablemente, antes de fin de año, quedando reducido su proyecto de gobernación a una serie de áreas urbanas aisladas que, eventualmente, serán retomadas durante el año 2018", afirma Columb Strack, especialista en Oriente Medio de la empresa analítica IHS Markit.
"El crecimiento y la caída del Estado Islámico se han caracterizado por un rápido crecimiento, seguido por una disminución continua", recuerda Strack. "Tres años después de declararse el califato, resulta evidente que el proyecto de gobernación del grupo ha fracasado", concluye.
La empresa explica que los ingresos mensuales del grupo terrorista se han reducido desde los 81 millones de dólares en el segundo trimestre de 2015 hasta los 16 millones en el mismo período de 2017, o sea que ha perdido el 80% de sus ganancias. Este proceso continúa debido a la pérdida de territorios, especialmente de la ciudad iraquí de Mosul y las provincias sirias de Raqa y Homs, matiza otro experto, Ludovico Carlino.
Su colega Firas Modad alerta del posible aumento de atentados cometidos por el EI en el extranjero, dado que los terroristas intentarían intensificar sus actividades fuera para "compensar" la pérdida del territorio. "Los esfuerzos de los Gobiernos occidentales para confrontar a los islamistas posiblemente tendrán el mismo efecto", opina Modad.
El Ejército iraquí ha anunciado este jueves que sus fuerzas especiales han recuperado la icónica mezquita Nuri de Mosul, donde el jefe del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, declaró la creación del califato hace tres años. La televisión estatal iraquí ha celebrado el éxito militar emitiendo un mensaje que anunciaba "la caída del ficticio Estado", en referencia al EI.