El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha ordenado a su equipo de seguridad nacional que desarrolle un nuevo enfoque, con opción militar incluida, para hacer frente a la amenaza nuclear de Corea del Norte y lograr la desnuclearización de la península como "única solución apropiada y aceptable", declaró el miércoles el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU. Herbert McMaster.
En una conferencia en Washington, McMaster aseveró que "la amenaza es mucho más inmediata ahora" y que Washington no puede "repetir el mismo enfoque fallido de las administraciones pasadas". "El presidente nos ha ordenado que no lo hagamos y que preparemos una serie de opciones, incluida una opción militar", explicó el consejero.
Trump "no aceptará a Corea del Norte como potencia nuclear"
Según el asesor de Seguridad Nacional, Trump "ha dejado claro que no aceptará a Corea del Norte como potencia nuclear ni una amenaza que puede apuntar a EE.UU. y a la población estadounidense". De acuerdo con McMaster, el presidente cree que "la desnuclearización de la península es la única solución apropiada y aceptable".
El asesor opinó también que los surcoreanos están siendo "rehenes" del régimen del norte y que existe "el reconocimiento de que debe haber más presión" sobre Pionyang.
Nuevas opciones listas para ser presentadas a Trump
Por su parte, dos funcionarios militares estadounidenses han afirmado a la CNN que las nuevas opciones para resolver la crisis de Corea del Norte, incluida una respuesta militar, ya han sido preparadas y están listas para ser presentadas al presidente. Washington vigila si Pionyang lleva a cabo una nueva prueba nuclear subterránea o de misiles balísticos que indique un avance significativo hacia el desarrollo de un arma que pudiera amenazar a EE.UU.
Concretamente, una de las fuentes ha explicado que Washington está particularmente preocupado por la creciente capacidad de Corea del Norte de ocultar sus pruebas hasta el último minuto.
EE.UU. sigue teniendo confianza en que Pekín presione diplomáticamente a Corea del Norte. Pero si Pionyang lleva a cabo otra prueba subterránea, EE.UU. puede decidir que la estrategia no está funcionando. "Todas las opciones" están sobre la mesa si hay pruebas, ha recalcado un funcionario militar. Con todo, ha admitido que se tiene la esperanza de que la presión diplomática funcione.