Tras analizar las temperaturas en la Tierra en dos periodos de 20 años —1960-1979 y 1991-2010—, un equipo científico del Instituto de Investigación sobre los Efectos del Cambio Climático de Potsdam (Alemania) ha concluido que el aumento de la temperatura global en 0,5 ºC ha sido suficiente para incrementar las olas de calor y el volumen de las luvias en muchas regiones de la Tierra, informa Phys.org.
Según el estudio que han publicado en la revista 'Nature Climate Change', las condiciones climáticas extremas son más duraderas e intensas. Por ejemplo, las precipitaciones extremas han crecido casi un 10 % en una cuarta parte de nuestro planeta, mientras que las olas de calor —que pueden provocar incendios forestales devastadores— se alargaron una semana de promedio en la mitad de las áreas terrestres.
Estos especialistas destacan que estos cambios van más allá de la variabilidad natural y son fruto de la quema de combustibles fósiles, que se ha acelerado en los últimos 50 años.
De este modo, los integrantes de ese organismo alemán pronostican que esa modificación podría provocar que tengamos malas cosechas, escasez del agua potable y olas de calor en muchas regiones del mundo.
Además, la mayoría de los arrecifes de coral —básicos para preservar ecosistemas que afectan a alrededor de 500 millones de personas y a un cuarto de la vida salvaje marina— se podrían extinguir a finales de este siglo como consecuencia de tener unos mares más cálidos y ácidos.