El primer encuentro entre presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, tendrá lugar en el marco de la cumbre del G20 que se celebrará en los próximos días en Hamburgo (Alemania). Muchos ya se preguntan cómo será este cara a cara, programado para el 7 de julio.
Trump se ha hecho famoso por protagonizar escenas incómodas a la hora de saludar a otros líderes extranjeros. Tanto es así, que un experto en artes marciales incluso desarrolló una técnica para defenderse de los intimidatorios apretones de manos del mandatario estadounidense.
Sin embargo, Putin podría convertirse en un adversario digno para Trump, ya que el presidente ruso es un gran amante del deporte y, en particular, de distintas clases de artes marciales, especialmente del yudo y de una lucha deportiva rusa llamada sambo, disciplinas que practica desde que tenía once años.
Les presentamos aquí una recopilación de los momentos más extraños protagonizados por Trump en sus encuentros con mandatarios de otros países.
Uno de los primeros líderes extranjeros en enfrentarse a uno de los extraños saludos del estadounidense fue el primer ministro japonés Shinzo Abe, cuyo mano fue apretada por Trump durante 19 segundos. La expresión del mandatario nipón después de pasar por semejante trance habla por sí sola.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, tampoco esquivó la 'mano dura' del líder norteamericano. Tras dos encuentros en los cuales el mandatario francés sostuvo con firmeza su brazo, Trump volvió a aplicar una gran fuerza mientras apretaba la mano de su homólogo galo durante un encuentro grupal en el marco de la cumbre de la OTAN.
Otra situación incómoda se produjo en el aeropuerto de Tel Aviv durante el primer viaje oficial de Trump a Israel como presidente de Estados Unidos. En plena alfombra roja, Trump intentó tomar de la mano a su esposa Melania, quien caminaba a su lado, pero la primera dama rechazó el gesto.
Posteriormente durante esa misma vista, el presidente estadounidense pareció negarse a estrechar la mano del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien se quedó con la mano en el aire durante un momento, aunque pocos segundos después Trump se giró para darle el apretón de rigor.
Una situación similar, pero mucho más incómoda, es la que vivió la canciller alemana Angela Merkel durante su primera visita a Washington con Trump como presidente. En su encuentro ante las cámaras en la Casa Blanca, el republicano se negó a darle la mano a su invitada a pesar de las reiteradas peticiones de los fotógrafos y de la propia mandataria germana.
Al parecer, hasta el momento la única persona que ha ganado a Trump en su propio 'juego' es el presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon, quien se mostró como un digno competidor del norteamericano en la técnica de dar prolongados y firmes apretones de manos.