El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) de Argentina publicó sus datos de Evolución de la Distribución del Ingreso del primer trimestre de este año y reveló que las mujeres ganan un 27% menos que los varones. El INDEC sostiene que mientras los hombres tienen un salario promedio de 14.690 pesos (867 dólares) mensuales, las mujeres apenas alcanzan los 10.710 (632 dólares).
Siguiendo con las comparaciones, el organismo estatal arroja en su estudio que los varones participan del 57,8% del total de los ingresos, mientras que las mujeres lo hacen del 42,2% restante.
Otros datos del INDEC dan cuenta que en el 10% de la población más pobre —aquella que cobra menos de 100 dólares al mes— las mujeres duplican a los hombres. Asimismo existe siempre una mayor cantidad de mujeres hasta que se llega a la mitad de la tabla de ingresos y la tendencia se invierte. En el décil más alto, de cada 100 personas con ingresos cercanos a 40.000 pesos (2.361 dólares), 63 son hombres y 37 mujeres.
"La brecha salarial de género es aún mayor cuando se releva la situación de trabajadores autónomos y monotributistas", explicó a RT la socióloga de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Victoria Freire. "Eso nos permite pensar que en el caso de trabajadoras de la economía popular la diferencia aumenta. Si bien los datos no están completos, ronda un 40%", agregó la también coordinadora del Observatorio de Géneros y Políticas Públicas de la Ciudad de Buenos Aires.
Las causas de la desigualdad
Consultada sobre por qué se da esta diferencia, Freire comenzó señalando que las mujeres son más "entre la población que menos tiene y los varones son mayoría en la población que más ingresos tiene". Por eso "podemos hablar de feminización de la pobreza y masculinización de la riqueza".
"Esto se expresa no solo en los puestos de menor jerarquía sino también en los mayores. Existe brecha en todos los órdenes y niveles de ingreso", añadió.
En ese sentido la socióloga detalló que los datos que muestran estos estudios "están vinculados a los recorridos laborales de las mujeres en relación a las tareas domésticas y de cuidado". Una mujer que "tiene a su cargo niños y niñas" tiene que buscar empleos "por menos cantidad de horas porque tiene que cumplir una doble jornada laboral".
"En realidad las mujeres trabajamos el doble, pero una parte de esa labor no está reconocida ni remunerada e influye directamente en la trayectoria laboral", subrayó Freire.
Una sociedad machista
Finalmente analizó que "se trata de una desigualdad que se expresa en el mercado laboral" pero responde a "desigualdades sociales y formativas muy profundas". Esto se puede observar en los índices de desempleo, "donde las mujeres son más". O también en la llamada población 'ni-ni', jóvenes que ni estudian ni trabajan: allí "el 70% son mujeres que son madres adolescentes".
También en la dirección de los sindicatos "hay una escasa participación de mujeres, y esto influye en los acuerdos de convenio y la pelea por derechos", detalló Freire. Uno de esos datos tiene que ver, por ejemplo, "con la falta de jardines de infantes en los lugares de trabajo o la desigualdad en las licencias maternales y paternales".
Eso da cuenta que "vivimos en un orden machista, que se traduce en mayores niveles de explotación para las mujeres", concluyó.
Santiago Mayor