"Es imposible hablar aquí de libertades políticas", afirmó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al ser preguntado al cierre de la cumbre del G20 en Alemania sobre la persecución penal de algunos líderes opositores en su país. "Alemania comete un suicidio político. Es como un bumerán que volverá al que lo lance", advirtió.
El dirigente se refirió de esta manera a la reciente negativa de Berlín a su iniciativa de reunirse con la diáspora turca en la capital y en Hamburgo, ciudad anfitriona de la cumbre, informa RIA Novosti.
Durante los preparativos para el G20, el vicecanciller y ministro de Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, declaró que el encuentro de Erdogan con los turcos residentes, que Ankara había solicitado, no encajaría en la agenda del evento internacional. Gabriel dijo no considerar apropiado "traer a Alemania los conflictos internos de otros países" y llevar a su territorio una lucha electoral.
Posteriormente, un portavoz del Ministerio de Exteriores declaró que, por lo general, a los políticos extranjeros se les prohíbe llamar a la agitación electoral en suelo germano.
La cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno del G20 se ha celebrado en Hamburgo entre el 7 y el 8 de julio. Entre los encuentros bilaterales organizados en estas dos jornadas Erdogan y Merkel tuvieron uno. La canciller alemana admitió después de la cita que entre Ankara y Berlín "hay profundas discrepancias".