El Ku Klux Klan (KKK) sigue presente en Estados Unidos. De acuerdo con un reciente informe de la Liga Antidifamación (ADL), el grupo permanece activo en al menos 33 estados del país y "todavía representa una amenaza" para la sociedad. Actualmente, la organización cuenta con aproximadamente 3.000 miembros y afiliados.
Tras la última manifestación de la organización racista en la ciudad de Charlottesville (Virginia, EE.UU.) contra la demolición de la estatua de Robert E. Lee, el general que encabezó los ejércitos de los Estados Confederados de América durante la Guerra de Secesión, 22 personas fueron detenidos por la Policía. Alrededor de 1.000 personas participaron en una contraprotesta para hacer frente a los 'Leales Caballeros Blancos'.
El profesor experto en grupos de odio Alex Clayton sostiene que "estas cosas ocurren en ciclos" y cree que "pueden fortalecerse en el futuro". "Si evitan las luchas internas y son más organizados, sin duda podrán representar una amenaza, al igual que otros grupos de este tipo", ha advertido Clayton a RT.
Angela King, cofundadora de la organización Life After Hate, abandonó la ideología radical tras ser cabecilla durante ocho años de un grupo neonazi ligado entre otros al KKK. Su fundación reúne a exmiembros de movimientos de extrema derecha arrepentidos de su comportamiento en el pasado.
"Cuando tenía 23 años, fui a prisión por haber cometido un delito de odio. Eso fue en 1998. Pasé tres años en la cárcel", señala King a RT. A su modo de ver, en EE.UU. "existe una confusión y desinformación creciente" y hace hincapié en un auge de la islamofobia en los últimos años en el país.