El juez de la 13.ª Corte Federal de Curitiba, Sergio Moro, emitió una condena contra el exmandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a 9 años y medio de prisión por crímenes de corrupción, informa el diario 'O Globo'.
Lula da Silva y varios miembros del grupo empresarial OAS están acusados de corrupción pasiva y activa y lavado de dinero. Al respecto, el procurador del Ministerio Público Federal, Deltan Dallagnol, señaló en una entrevista que el expresidente es "el comandante máximo" de los crímenes de corrupción y lavado de dinero de la operación Lava Jato.
En particular, la policía sospechaba que Lula pudo aceptar el lujoso departamento a cambio de beneficiar a la constructora OAS con contratos de Petrobras. La sentencia fue emitida este miércoles pero indica que el ex mandatario podrá seguir en libertad: el juez decidió no enviarlo a la cárcel por "por prudencia".
De acuerdo a la sentencia, la condena de Lula se divide en seis años por corrupción y tres años y medio por lavado de dinero. La pena por los delitos fue atenuada porque el ex presidente tiene más de 70 años, explica O Globo.
Triplex de lujo
Según el texto de la decisión, Lula obtuvo "una ventaja indebida como consecuencia del cargo de presidente de la República", por lo que las sanciones deben ser ajustadas al tamaño de su investidura.
El escándalo se desató por la supuesta adjudicación de un triplex de lujo frente a la playa en el Condominio Solaris, en Guarujá, a la familia del ex mandatario. La denuncia alega que tanto Lula como su esposa visitaron la propiedad entre 2013 y 2014, pero la defensa alegó que ambos estuvieron en el inmueble porque querían conocer la propiedad y planificar una compra futura, que nunca se efectuó.
Resguardo de bienes
Otro de los aspectos que perjudica al ex mandatario es la denuncia de que la OAS pagó a una empresa para que guardara bienes recibidos por Lula en el ejercicio de la presidencia. Sin embargo, los abogados del ex mandatario explicaron que los ítems bajo custodia eran parte del acervo presidencial que recibió mientras estuvo en el cargo: cartas, camisetas, piezas de artesanía.
Además de Lula, los condenados son Léo Pinheiro, ex presidente de OAS, por corrupción activa y lavado de dinero; Paulo Gordillo, arquitecto y ex ejecutivo de OAS por lavado de dinero; Paulo Okamotto, presidente del Instituto Lula por lavado de dinero; Agenor Franklin Magalhães Medeiros, ex ejecutivo de OAS por corrupción activa; Fábio Hori Yonamine, ex presidente de OAS Inversiones, por lavado de dinero; Roberto Moreira Ferreira, vinculado a la OAS, por lavado de dinero.
¿Está inhabilitado?
El dictamen emitido este miércoles aún debe ser ratificado en segunda instancia ante el Tribunal Supremo. Los abogados del ex mandatario anunciaron que apelarán el fallo ante la corte y acudirán también ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Pero independientemente del curso que tome el proceso, es probable que la decisión no le impida a Lula lanzarse a las próximas elecciones presidenciales, previstas en 2018. Mientras la defensa hace la apelación y el Tribunal Regional Federal (TRF) decide, el tiempo previsto para la revisión del caso es de año y medio, plazo suficiente para que se presente al comicio.
El ex mandatario recibió la noticia en la sede del Instituto Lula, en Sao Paulo. El analista Joaquim Palhares, entrevistado por RT, consideró que este proceso contra el ex mandatario tiene un trasfondo político para tratar de "exterminar cualquier posibilidad de que la izquierda vuelva nuevamente a gobernar Brasil".
La prueba de ello es la "persecución" que hubo contra la ex presidenta Dilma Rousseff, quien a su juicio fue acosada por la justicia hasta que lograron su destitución el año pasado, en un proceso de 'impeachment' que dejó en el poder a Michel Temer.