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Contracultura soviética: Сómo los jóvenes se oponían al comunismo

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Las subculturas occidentales llegaron a los jóvenes de la URSS. 'Hippies', moteros, punks o metaleros solían despertar la desconfianza de las autoridades. RBTH recuerda cómo fue aquella juventud que se rebeló contra los estándares soviéticos.
Contracultura soviética: Сómo los jóvenes se oponían al comunismo

Los medios soviéticos se referían a ellos como los 'no conformistas': jóvenes carentes de las buenas cualidades que poseía un diligente ciudadano soviético. En ocasiones los llamaban vagos o parásitos e incluso tenían un apelativo despectivo: 'stiliagui'. En cualquier caso, en la URSS hubo 'hippies', rockeros, punks o amantes del metal, aunque fuera en periodos diferentes y con un seguimiento más bien pequeño.

'Stiliagui' (años 40-80)

El término 'stiliagui', a menudo traducido como 'hipster' o dandi, se refiere al primer grupo de contracultura que apareció en la URSS. Surgió en los años 40 y su apogeo fue en la década de los 60, durante el 'deshielo' promovido por Nikita Jruschov

No tenían opiniones políticas y admiraban la moda extranjera y la música occidental, sobre todo el 'swing' y el 'boogie-woogie'. Las mujeres llevaban vestidos y zapatos de tacón alto, mientras que los hombres se inclinaban por los pantalones a cuadros y los botines relucientes.

Aunque su estilo cambió un poco a lo largo de los años, siempre llevaron colores atrevidos y chaquetas llamativas.

'Hippies' (años 60-70)

Después de que los jóvenes soviéticos entrasen en contacto con Occidente, conocieron muchas más subculturas. Aparentemente, eran muy similares a los que había en EE.UU., pero mientras los estadounidenses se rebelaban contra el consumismo, los soviéticos desafiaban el conformismo.

Los 'hippies' de la URSS utilizaban palabras en inglés y estaban muy influidos por la música norteamericana. Además, imitaban la manera de vestir de sus coetáneos estadounidenses, rechazaban trabajar y se dedicaban a pedir.

Moteros (años 80)

Como en la URSS pocas personas se podían permitir tener un automóvil, las moticicletas se convirtieron en el sustituto perfecto, aunque pocos moteros soviéticos tenían uno de esos vehículos de dos ruedas. Muchos se hacían llamar 'rockers', así que ambos términos se intercambiaban.

Les gustaba el rock duro —que se distribuía de manera ilegal— y trataban de imitar a los occidentales, pero como casi no había chaquetas de cuero tenían que improvisar. Algunos trataban de hacerse una, mientras que la mayoría llevaba prendas de imitación. 

Feddy Beguemot, un 'biker' de la época, recuerda que su hermana Ania le cosió su primera chaqueta de cuero.

'Breakdancers' (años 80)

El 'break dance' fue capaz de traspasar el Telón de Acero. Muchos aprendían sus movimientos por su cuenta o los copiaban de las películas occidentales. Mila Maxímova recuerda que la mayoría prefería mover los brazos o imitar a un robot y que eran pocos los que daban vueltas en el suelo o intentaban otros movimientos.

En cuanto ganaron popularidad, los 'breakdancers' de la URSS desarrollaron un estilo propio. "Las zapatillas blancas y los guantes eran muy importantes", explica Maxímova. En realidad, resultaba casi imposible encontrar zapatillas blancas porque la gran mayoría eran marrones o negras, así que las teñían.

También les encantaban accesorios como cadenas, brazaletes o camisetas con logotipos extranjeros. Un proyecto desarrollado por Look at Me y Adidas Originals explica que poco después fueron capaces de conseguir "tablas de monopatín y aerosoles".

Metaleros (años 80)

Con el aumento de la popularidad de la música extranjera el 'heavy metal' llegó hasta los ciudadanos de la URSS. Bandas como Black Sabbath, Iron Maiden, Metallica, Judas Priest o Megadeth estaban entre las favoritas de los jóvenes rebeldes.

La revista 'Russia's Hooligans' escribe que los metaleros soviéticos se tomaban muy en serio su pertenencia a ese colectivo y, para evitar que algunos solo quisieran aparentar esa condición, paraban por la calle a personas que iban vestida como metaleros y les demandaban que dijeran el nombre de, al menos, 15 bandas de 'heavy metal'.

Como aún resultaba casi imposible conseguir una chaqueta de cuero, también tenían que improvisar. "Teníamos que tener algo propio, algo que fuera lo más intimidante posible", escribe Serguéi Okulyar. Así, algunas personas hacían muñequeras con bolsas y luego se las vendían entre sí.

Punks (años 80)

La forma de vestir de los punks soviéticos variaba según el lugar en que vivían: en Siberia eran un derivado de los 'hippies', mientras que en Estonia no se diferenciaban de sus compañeros europeos. Asimismo, los punks de San Petersburgo llevaban una vida medio bohemia y los de Moscú mezclaban los diferentes estilos de la URSS.

Su nihilismo contrastaba con su apariencia externa, que solía consistir en crestas de colores, 'piercings', camisetas de sus bandas de música favoritas y cinturones hechos a mano.

Sus actuaciones a menudo terminaban en violencia y la ruptura de ventanas de alguna tienda, por lo que se produjeron detenciones y arrestos. También hay historias de punks que llegaban borrachos al Registro Civil; de hecho, gritar improperios en las bodas se convirtió en algo común en la subcultura punk.

Elaborado por Aizhan Kazak para Russia Beyond The Headlines.

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