Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford publicó un estudio en 'Nature' que da cuenta de los distintos niveles de actividad de las personas a nivel mundial.
La investigación apunta que para poder frenar "la pandemia mundial de la inactividad física y los 5,3 millones de muertes asociadas por año" resulta necesario "entender los principios básicos que rigen la actividad física".
Sin embargo, "hay una falta de medidas a gran escala" de estos patrones. Por eso, el trabajo buscó aprovechar "el amplio uso de teléfonos inteligentes con 'acelerometría' incorporada para medir la actividad física a escala global".
Fue así que durante 95 días se rastrearon y registraron los comportamientos de 717.000 personas de 111 países diferentes aunque fueron estudiados en detalle solo 46 de ellos. Se recogieron datos de manera anónima pero que indicaban la edad, sexo, peso y altura de todos los participantes.
"Encontramos desigualdad en cómo se distribuye la actividad según los países", apuntaron los investigadores. Desde su perspectiva esta desigualdad "es un mejor predictor de la prevalencia de obesidad en la población que el volumen de actividad promedio". Es decir que demostraron que aquellos países con mayores índices de obesidad son aquellos en los que los pasos realizados en un día normal eran mínimos.
Comparación entre países
Según los resultados, la media total de pasos diarios a nivel mundial es de 4.961. Sin embargo, existe una amplia diferencia entre algunos países. Hong Kong, China, aparece en la cima, con 6.880 pasos al día, mientras que en el extremo opuesto se ubica Indonesia, con 3.513.
En América Latina solo fueron considerados en detalle dos países: Chile, con 5.204 pasos diarios y México con 4.692. Por su parte, EE.UU. demostró una disparidad entre los diferentes estados, aunque manteniendo una alta tasa de obesidad ligada a la falta de actividad.
Las condiciones de habitabilidad de las ciudades, es decir sus zonas para caminar como calles peatonales o parques, son una variable que influye directamente en los resultados del estudio. En ese sentido, la directora del Centro de Movilización de Stanford explicó ―citada por 'La Vanguardia'― que "los resultados demuestran que el diseño de la ciudad tiene efectos directos sobre la salud: los lugares más propicios para caminar y más accesibles presentaban la tasa de obesidad más baja".