El Tribunal Supremo de Rusia ha ratificado este lunes la prohibición de las actividades de los testigos de Jehová, reconocida como extremista en abril de este año, informa RIA Novosti remitiéndose al servicio de prensa de la institución judicial. Ello implica que la decisión de suspender la actividad de la organización en territorio ruso ha entrado en vigor.
Por su parte, los representantes de los Testigos de Jehová insisten en que nunca han participado en acciones radicales.
El pasado 20 de abril un juez del Tribunal dictaminó que los testigos de Jehová son una "organización extremista" y suspendió sus actividades en Rusia, satisfaciendo la demanda del Ministerio de Justicia.
Los representantes del Ministerio de Justicia aseguran que la organización es contraria a sus objetivos declarados. Y, lo más importante, los Testigos de Jehová insisten en su excepcionalidad. Ello entra en la definición de extremismo de acuerdo a la legislación rusa.
Los Testigos de Jehová se han visto en el epicentro de escándalos en reiteradas ocasiones, sobre todo debido a su negativa a las transfusiones de sangre incluso en situaciones en las que estaba en peligro la vida de quien la requería.
Hace algunos años en San Petersburgo un bebé murió después de que su madre prohibiera a los médicos que le hicieran una transfusión de sangre alegando sus creencias religiosas.
Antiguos testigos de Jehová que han logrado salir de la organización admiten que en su seno rigen reglas muy escritas y no dudan en calificarla de secta totalitaria.
Sin embargo, los Testigos de Jehová trataron de impugnar la prohibición de sus actividades en Rusia al presentar un recurso en contra.
Durante el primer juicio se supo que el Ministerio, en particular, culpó a los testigos de Jehová del rechazo de aceptar transfusiones de sangre por parte de sus fieles. El Ministerio de Justicia asegura que las actividades de esta organización amenazan los derechos e intereses de la sociedad y la seguridad pública.
En el proceso varios exadeptos de esta congregación cristiana confesaron que los testigos de Jehová controlan de manera estricta a los miembros de su comunidad. Además, la situación de las mujeres dentro de las comunidades de la secta contradice la norma legal de igualdad de género.
Los abogados de los testigos de Jehová, por su parte, refutaron todas las declaraciones del Ministerio de Justicia e indican que se rigen en sus actividades estrictamente por la Biblia.