Se presenta como una cuestión de tan sólo cinco centímetros: pero es en realidad una distancia política e ideológica mucho mayor. El alcalde de Forges, un pequeño pueblo de poco más de 400 habitantes al sur de Francia se ha negado a colgar el retrato del presidente Emmanuel Macron porque el tamaño la fotografía exige comprar un marco 5 centímetro más grande...y Romain Senoble, el alcalde del municipio, ve en ello una incoherencia con la política de austeridad que se propone desde el Elíseo.
Size matters? Framing of #Macron’s extra-large official #portrait could cost €2.7mn or cut 2.5cm from top and bottom? pic.twitter.com/QQTzVjJ00k— Simon Wilson (@spwilson_uk) 20 de julio de 2017
"Macron está pidiendo recortes y austeridad pero nosotros tendríamos que comprar un nuevo marco", se ha quejaba el alcalde, según recogía el diario Le Parisien. Senoble también expuso sur argumentos en su perfil de Facebook, ilustrándolo con un curioso cálculo matemático, que a su parecer justifica sobradamente su negativa.
Pr" encadrer" le portrait de son Altesse MACRON coût aux communes 2 772 000 € de cadres pic.twitter.com/ZYM5xNq0Y5 ! Faut se distingue!— riri SPF (@henrigoude) 20 de julio de 2017
"La tarifa del nuevo marco para la foto del presidente es de 77 euros, según las tarifas de la sociedad de ventas de equipamientos para los ayuntamientos galos. Si multiplicamos este precio por los 36.000 municipios el gasto total sería de 2.772.000 euros", puede leerse en el post del alcalde de Forges.
No obstante, cabe mencionar que no existe ninguna obligación legal de exhibir el retrato del presidente en las dependencias municipales: colgar el cuadro es opcional. Sin embargo, para el primer edil de Forges este asunto es "la gota que ha colmado el vaso". Se refiere a que en los últimos cuatro años muchos municipios como el suyo han sufrido la disminución presupuestaria y el recorte de subvenciones derivado de las políticas de austeridad, similares a las que Macron promueve desde el gobierno central; por ello, el gasto de comprar un nuevo marco se le antoja como una irritante incoherencia.