Irán lanza una línea de producción de un nuevo misil en medio de tensiones con EE.UU.

La República Islámica asegura que el nuevo misil Sayyad-3 es capaz de derribar cazas furtivos a 120 kilómetros de distancia.

Irán ha dado inicio a una línea de producción de un nuevo tipo de misil, denominado Sayyad-3 ('cazador' en persa). El lanzamiento oficial de la línea de producción en masa de los Sayyad-3 tuvo lugar este sábado. Varias unidades fueron ya entregadas a la Base de Defensa Aérea de Khatam al Anbia, cuyo comandante, Farzad Esmaili, también asistió al evento.

Según el ministro de Defensa de Irán, el general Hossein Dehghan, el misil, diseñado y construido por los científicos y expertos de la República Islámica, es capaz de alcanzar blancos a altitudes de hasta 27 kilómetros.

Es capaz de contrarrestar diversos tipos de amenazas aéreas

Este misil tierra-aire tiene un alcance de aproximadamente 120 kilómetros y está destinado a alcanzar amenazas aéreas a mediano y largo alcance.

Los misiles pueden rastrear 30 objetivos y atacar 12 de ellos simultáneamente. El ministro iraní agregó que los desarrolladores utilizaron las tecnologías más avanzadas para diseñar los Sayyad-3.

"El Sayyad-3 está diseñado basándose en las tecnologías más modernas y es capaz de contrarrestar diversos tipos de amenazas aéreas, entre ellas drones, cazas furtivos, misiles de crucero, helicópteros y varios tipos de aviones", señaló Dehghan.

El misil cuenta con radares y sofisticados sistemas de detección. Según el ministro, tiene capacidades avanzadas para hacer frente a cualquier tipo de guerra electrónica.

"Somos los defensores de la paz en la región"

Dehghan señaló que gracias a los recientes avances la industria de Defensa de Irán ahora es capaz de satisfacer todas sus necesidades ante las amenazas actuales.


El general comentó las recientes compras de armas de Arabia Saudita a EE.UU. diciendo que lamenta que sus vecinos "consideren las capacidades y el poder de Irán como una amenaza, cuando en realidad Irán es el defensor de la paz y la seguridad en la región".

"La seguridad no se compra", señaló el ministro, agregando que los enormes contratos firmados entre EE.UU. y Arabia Saudita demuestran que los países de la región sobornan a Washington para afrontar a Teherán.