El Ejército de Siria y las milicias progubernamentales han arrebatado al Estado Islámico un campo de gas al sudeste de Raqa y han salido a la costa derecha del río Éufrates. De esta manera, ahora amenazan a la agrupación yihadista, que asedia la fortaleza y el aeródromo de Deir ez Zor.
Según los portavoces militares, cuyas palabras recoge la agencia de noticias SANA, ha sido liberada la población de Al Dajila y restablecido el control del pozo gasífero de Al Sabjaui, que se sitúan a unos 35 kilómetros de Raqa.
Al mismo tiempo los aviones sirios han bombardeado intensamente las vías de suministro adyacentes a la zona de combates e importantes focos de yihadistas en la ciudad de Maadín. Dichos ataques han infligido múltiples bajas mortales y destruido algunos coches bomba y vehículos armados con ametralladoras.
En lo que va de julio, las tropas sirias han liberado más de 40 instalaciones industriales en los campos petroleros y de gas natural en la región desértica al sur de Raqa. Antes de retirarse, los terroristas explosionaron parte de los pozos.
Mientras tanto, la propia Raqa está siendo destruida por los bombardeos de la coalición liderada por EE.UU. Sus calles están llenas de cadáveres, que sirven de comida a los perros, según relataron los testigos que habían logrado escapar de la ciudad.