Tras varios años de investigación, los expertos llegaron a la conclusión de que Doggerland, una amplia área submarina del mar del Norte que conectaba la isla de Gran Bretaña con el continente europeo, quedó sumergida entre el 18.000 y el 5.500 a. C. por un tsunami que la hundió para siempre. Sin embargo, una nueva investigación llevada a cabo por un equipo de científicos británicos señala que la causa real de su desaparición no fue tan sencilla.
Según los autores de la investigación, de la Universidad de York y de la Escuela Imperial de Londres, dicho tsunami —provocado por el deslizamiento de Storegga, que se produjo bajo el agua en el mar de Noruega aproximadamente entre los años 6.225 y 6.170 a. C.— no fue la causa principal de la desaparición de Doggerland ni de que fuera abandonada por sus habitantes. Según explican, ninguna de las simulaciones de este evento natural mostró un nivel de inundación suficiente como para poder causar la desaparición de la zona.
En este sentido, aseguran que aquel período estuvo caracterizado por cambios rápidos del nivel del mar relacionados con la deglaciación de la capa de hielo Laurentino, que cubría entonces gran parte de Canadá y el norte de Estados Unidos. Asimismo, los expertos apuntan a que los cambios más drásticos en este territorio se produjeron antes del deslizamiento de Storegga.
Así las cosas, tras analizar varios datos y llevar a cabo simulaciones de los eventos naturales, los científicos británicos han llegado a la conclusión de que el abandono de Doggerland se vio provocado, en primer lugar, por la subida del nivel del mar que se registró antes del propio tsunami.
Según las estimaciones, la 'Atlántida británica' pudo albergar a miles de personas en la Edad de Piedra. Originalmente se trataba de una zona montañosa con cursos de agua, grandes lagos, colinas, pantanos, extensos ríos y una línea costera entrelazada. No obstante, cuando los niveles del mar subieron, el área se convirtió en un archipiélago de islas bajas.