Una empresa de Wisconsin (EE.UU.), Three Square Market, podría convertirse en la primera compañía en Estados Unidos cuyos empleados utilicen implantes, afirmó este lunes su director ejecutivo, Todd Wetsby, en una entrevista a la cadena CNBC. Esta tecnología está autorizada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) desde el año 2004.
La compañía, que provee tecnología para kioskos y máquinas expendedoras, planea implantar microchips del tamaño de un grano de arroz en el cuerpo de una cincuentena de empleados que se ofreczcan voluntariamente. Westby declaró que tanto él como su familia estarán entre los voluntarios que se prestarán a instalarse los dispositivos.
El chip, que cuesta 300 dólares, se inyecta con ayuda de una aguja entre el pulgar y el índice, en una operación rápida que no causa dolor.
Según Wetsby, el mayor beneficio del microchip es su comodidad, ya que, entre otras cosas, puede servir para abrir puertas, operar impresoras o comprar productos con un simple movimiento de la mano. Además, su extracción solo requiere de unos dos segundos.
De acuerdo con el directivo, otra ventaja de los microchips es que estos dispositivos no representan una amenaza a la seguridad o a la privacidad personal de los trabajadores. Según explicó, la posibilidad de que estos sean 'hackeados' es "nula".
Este tipo de implantes corporales ya se utilizan en varias empresas en Europa. A principios de este año, uno de los socios de Three Square Market, la empresa sueca BioHax International, comenzó usar microchips, que ahora portan alrededor de 150 de sus empleados.