Las disputas en torno a los suministros de energía se hacen patentes en Europa y en Asia Pacífico. La petrolera española Repsol analiza el impacto económico que tendrá el final de su actividad en el mar de la China Meridional, donde la compañía opera en cooperación con Vietnam, después de que Pekín exigiera el cese de las operaciones.
En concreto, se trata de exploraciones de gas natural que Repsol lleva a cabo desde el pasado mes de junio en las aguas en disputa cerca de las islas Spratly. Pekín exige el cese de la exploración en las aguas que reclama, es decir, en un 90% del mar de la China Meridional.
Pekín amenaza con atacar
El portavoz de la Cancillería china, Lu Kang, exige "poner fin a las actividades infractoras unilaterales", en referencia al permiso que Vietnam dio a Repsol para que realice las prospecciones en la zona donde al menos un yacimiento de gas ha sido confirmado. En caso de de que no se detengan las actividades, Pekín amenaza con atacar las instalaciones vietnamitas.
En consecuencia, Vietnam ha ordenado a Repsol, compañía con la que coopera desde 2015, que detenga sus prospecciones en el Bloque 136-03 frente al banco Vanguard, aproximadamente a 400 kilómetros de la costa de Vietnam.