China y la India trataron este jueves en Pekín la situación de un territorio disputado en el Himalaya, informa Bloomberg. Representantes de los dos países abordaron el asunto en medio del aumento de la tensión entre ambas potencias nucleares por este tema.
La reunión se produjo en el transcurso de un encuentro de altos funcionarios de seguridad de los miembros los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que se celebra este jueves y viernes en la capital china.
En ella, el consejero de Estado de China, Yang Jiechi, y el asesor sobre Seguridad Nacional de la India, Ajit Doval, mantuvieron el primer encuentro de alto nivel entre ambas naciones después de que empezara la escalada de tensión en una disputada área montañosa fronteriza entre China, India y Bután.
Durante la jornada de este viernes, Yang declaró que "en estos momentos hay cambios profundos y complicados en la situación internacional". "Hay un aumento de incertidumbre e inestabilidad", reconoció el chino. Con el fin de intentar resolver la situación, las dos partes han intercambiado opiniones sobre "los vínculos bilaterales y las cuestiones regionales e internacionales candentes".
El pasado 24 de julio, Pekín instó a Nueva Delhi a retirar inmediatamente todas las tropas que había desplegado en la meseta de Doklam, una pequeña área tibetana por cuya soberanía China mantiene una disputa con el Reino de Bután, país al que apoya la India.
El portavoz del Ministerio de Defensa chino, Wu Qian, aseguró que "la determinación y la voluntad" de su país para salvaguardar la seguridad y la soberanía nacional "es inquebrantable" y advirtió a la India de que "no tiente a la suerte y no se aferre a fantasías".
Las tensiones entre Pekín y Nueva Delhi aumentaron en junio, cuando China comenzó a construir una carretera en la meseta de Doklam. La escalada actual es la más larga entre China y la India desde 1962, cuando ambos países se enfrentaron en un breve pero sangriento conflicto armado fronterizo conocido como Guerra Sino-India del que China salió vencedor.
Observadores internacionales esperan que el enrocamiento político actual se resuelva diplomáticamente, pero destacan que el crecimiento del nacionalismo en ambos países podría dificultar el arreglo de una situación que tensa peligrosamente la relación entre dos de las grandes potencias nucleares de Asia.