Aparte de los tres tipos conocidos de neutrino ―el electrónico, el muónico y el tauónico―, los científicos sospechan que existe el llamado neutrino estéril. Esta hipotética partícula que los experimentos aún no pueden detectar, fue puesta en duda en abril a raíz de un nuevo estudio.
Sin embargo, otra investigación más reciente reaviva la búsqueda, señala el portal Gizmodo. Según destaca la investigadora Anna Hayes, "el sentimiento general es que hay una necesidad de nuevos experimentos".
El medio explica que los tres tipos de neutrino conocidos pueden cambiar su identidad a través de un proceso llamado oscilación de neutrinos. Y nuevos datos sugieren que tal vez existe un cuarto neutrino, el neutrino estéril, en el que los tres anteriores pueden transformarse. Y mientras se sabe que los neutrinos regulares se comunican con otras partículas por medio de la fuerza nuclear débil y la gravedad, destaca Gizmodo, el neutrino estéril podría hacerlo solo a través de la gravedad, lo que explicaría por qué los experimentos no lo detectan.
La anomalía de los neutrinos en reactores
En este contexto, resultó curioso un experimento llevado a cabo en la central nuclear de Daya Bay, China, donde científicos pusieron detectores especiales de neutrinos para capturar las partículas que salían de un reactor.
El experimento reveló la llamada anomalía de los neutrinos en reactores: se observó el 6 % menos de neutrinos en el reactor de lo que los teóricos habían predicho. "Una hipótesis sobre este déficit es que algunos de los neutrinos de tipo electrónico producidos en los reactores se habrían convertido en neutrinos estériles en su camino hacia los detectores de neutrinos instalados en el reactor", explicó al medio Bryce Littlejohn, del Instituto de Tecnología de Illinois.
Sin embargo, el estudio publicado en abril puso en duda que dicha anomalía se explique con el neutrino estéril. Entonces, los investigadores descubrieron que el tamaño de la anomalía cambiaba a medida que con el tiempo cambiaba también la composición elemental del combustible radioactivo de los reactores. Fue así que se pensó que simplemente los detectores estaban calculando mal el número de antineutrinos procedentes del uranio-235, uno de los combustibles del reactor.
Después de todo, ¿existe la misteriosa partícula?
De acuerdo con Gizmodo, el nuevo análisis realizado por Anna Hayes demostró que el uranio-235 no explicaría la anomalía. "Los nuevos resultados procedentes de Daya Bay cuestionan el origen de la anomalía, pero no descartan los neutrinos estériles", afirmó la especialista.
El medio explica que al volver a ver los flujos de neutrinos y los datos de desintegración nuclear, los investigadores descubrieron que la anomalía todavía estaba presente e inmutable con el combustible, lo que refutaría las conclusiones publicadas ampliamente en abril.
Tanto Littlejohn como Hayes sostienen que se requieren nuevos tipos de experimentos para estudiar esta misteriosa partícula. Concretamente, los científicos hablan de la necesidad de utilizar reactores más pequeños, donde los detectores de neutrinos estarían colocados más cerca y los científicos podrían observar partículas más rápidamente tras ser emitidas.