Líder indiscutible del movimiento de autodefensas que se levantó en armas contra el crimen organizado en febrero de 2013, y por lo cual también se convirtió en el protagonista del polémico documental 'Tierra de Cárteles' (Estados Unidos, 2015), el doctor José Manuel Mireles Valverde habla para RT acerca de los desafíos que tiene México de cara al proceso electoral de 2018 y en un contexto de la desmedida violencia desatada en extensas regiones del país.
Luego del avance de las autodefensas en la región costera del estado de Michoacán, el junio de 2014 Mireles fue detenido por la Policía Federal y acusado de portación ilegal de armas y tráfico de drogas. Él, junto con otros 80 autodefensas, fueron encarcelados. Tras demostrar que los cargos no tenían sustento, tres años después fue puesto en libertad condicional y eso no le ha impedido mantener firme su postura respecto a la lucha.
De figura alta y voz parsimoniosa, el doctor Mireles desarrolla una suerte de radiografía de uno de los principales problemas que vive día con día la población mexicana: el contubernio de las autoridades de la clase política con diversos grupos y sectores del crimen organizado.
"No le tenemos confianza a la seguridad pública en México porque no existe la seguridad pública. Hay instituciones, dependencias, uniformados que se ostentan como tales, pero a mí me ha tocado verlos. Si aquí están los balazos, corren hacia el lado contrario... los que tienen la obligación de protegernos. ¿Cuál seguridad ofrecen? Ninguna, no existe la seguridad pública en México. No existe y ustedes [los periodistas] son los primeros que deben reconocerlo. El Gobierno nunca lo va a reconocer", afirma categórico.
Durante el proceso de múltiples levantamientos armados y lucha contra el crimen organizado en Michoacán, el Gobierno mexicano optó por tomar una actitud engañosa: por un lado daba poca información sobre los intentos por sumarse a la lucha contra los criminales y por el otro mantenía a un comisionado especial, –Alfredo Castillo, el cual no contaba con la aceptación de la gente– como su principal operador para apagar los movimientos armados. Mireles advierte que los problemas que los llevaron a rebelarse no se han acabado y que es gracias a la fusión entre Gobierno y crimen que las cosas siguen peor:
"Mi conclusión al salir de prisión es que el sacrificio fue inútil, fue en vano, no hubo paz en Michoacán... las cosas están peor. Entonces me di cuenta de que todos los que nos defendimos estábamos en prisión o estábamos en el panteón. Los que no pudieron defenderse o no quisieron defenderse por el respeto a nuestras instituciones están ahorita saliendo a la luz pública en las miles de fosas clandestinas que se están descubriendo por toda la nación".
Ante este desolador panorama, el líder de las autodefensas michoacanas no se desanima. Advierte que es necesario seguir la lucha en nuevas trincheras, pero sin abandonar las que se levantaron en 2013, sino reconstruirlas. Luego de una larga recuperación de males cardiacos y con la tranquilidad de quien se sabe con la razón, Mireles convoca a que "despertemos conciencias. Estamos a buen tiempo. Convoco a la nación mexicana a que despierte conciencias para que el día de mañana no se tenga que comprar voluntades si queremos tener una nación en santa paz y con tranquilidad. Son mis nuevas trincheras".
Todo México es autodefensa
El país es un hervidero. Cada día existen más casos en los que todos los niveles de gobierno resultan involucrados, ya sea lavado de dinero, desvíos de fondos o bien la inoperancia de las autoridades al no querer aceptar que, por ejemplo, Ciudad de México, supuestamente alejada de los efectos del narcotráfico, tiene la presencia, no de uno, sino de varias organizaciones criminales que controlan las rutas de trasiego y distribución de estupefacientes.
La percepción de inseguridadt entre la población es alarmante. Según datos emanados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 72,9 por ciento de la población mayor de 18 años de 52 poblaciones diferentes de México consideró que vivir ahí es inseguro a finales del primer trimestre de 2017. El 36,8 por ciento de esta misma población encuestada piensa que la situación se agravará en los siguientes 12 meses.
"Si usted llena de barrotes las puertas y ventanas de su casa, ¿por qué lo está haciendo? Porque usted es autodefensa, porque no le tiene confianza a la seguridad pública. Usted no le tiene confianza porque se le van a meter por una puerta o una ventana. O si van en su carro particular y va a llegar un 'perro' desgraciado en una moto que le va a vaciar una pistola en la cabeza, él se va a ir y nadie lo va a detener".
"Pero si usted pone la unidad blindada, usted se está convirtiendo en un autodefensa. Si llena de barrotes su casa es autodefensa. Si llena de cámaras el patio de su casa, el frente y hasta la azotea, ¿por qué lo hace?, ¿porque le gusta verse en todas las cámaras? Porque es autodefensa. Somos autodefensas, todos somos autodefensas", concluye Mireles.
Faltan tan solo once meses para que México elija a la persona que encabece la presidencia. Muchas de las miras están puestas en este sinuoso camino y en las disputas políticas que la carrera electoral desata. Sin embargo, los problemas a los que alude el líder de las autodefensas michoacanas no se pueden acabar únicamente con las armas o con simulacros de justicia. Es indispensable construir alternativas a largo plazo y que constituyan alternativas reales. La violencia y la injusticia tienen muchas décadas de existencia y su fin no puede venir de la noche a la mañana. Para ello hace falta también "despertar conciencias".
Por Heriberto Paredes y Sonia Håkansson