El Pentágono debería desclasificar un informe sobre presuntos abusos sexuales de niños por parte de las fuerzas de seguridad afganas, y si hay información "creíble" sobre las reclamaciones, Washington no debería proporcionar más asistencia de seguridad a Kabul, reclama la Oficina del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR, por sus siglas en inglés) de EE.UU. en su informe trimestral.
El organismo explica que en junio presentó al Congreso de EE.UU. un informe de evaluación que se refería a "denuncias de abuso sexual de niños por parte de miembros de las fuerzas de seguridad de Afganistán" y discutía "hasta qué punto EE.UU. responsabiliza" a las fuerzas afganas por las presuntas acciones.
Sin embargo, el Departamento de Defensa de EE.UU. "clasificó gran parte de la información en la cual se basa el informe de la SIGAR", por lo cual el organismo de control insta a desclasificar este documento "para que pueda ser presentado al público".
La oficina recuerda que la Ley Leahy de EE.UU. prohíbe prestar apoyo militar a unidades extranjeras si hay "información creíble" de que han cometido "una grave violación de los derechos humanos".
Autoridades afganas, cómplices en la explotación sexual y el reclutamiento de niños
Según el organismo, las autoridades afganas son cómplices en la comisión de graves crímenes, "especialmente en la explotación sexual y el reclutamiento de niños por las fuerzas de seguridad" de este país.
Asimismo, denuncia que los esfuerzos de protección a las víctimas "siguieron siendo inadecuados", ya que todos menos un refugio para las víctimas de la trata administrados por el Gobierno "permanecieron cerrados durante el período que abarca el informe".
Además, la SIGAR acusa al Gobierno afgano de no desarrollar o emplear "procedimientos operativos estándar para la identificación de víctimas" o para su envío a servicios de rehabilitación, una situación que a menudo da lugar "a la detención y el enjuiciamiento de las víctimas de trata como delincuentes por parte del Gobierno", denuncia el informe.
- Ya en 2015, surgieron informes de que las tropas de EE.UU. estacionadas en Afganistán habían descubierto que los comandantes locales abusaban sexualmente de muchachos y que, a pesar de que los soldados habían escuchado a menudo gritar a los niños, oficiales superiores les habían ordenado que lo ignoraran. Sin embargo, el Pentágono negó estas informaciones.
- En 2016, el inspector general del Departamento de Defensa inició una investigación sobre cómo los oficiales militares estadounidenses respondieron a los informes de que miembros de las fuerzas de seguridad y de la Policía en Afganistán estaban involucrados en el abuso sexual de niños. No obstante, desde entonces el Pentágono no ha publicado ningún informe completo al respecto.