Corea del Norte lanzó el pasado viernes un misil balístico intercontinental que cayó en la zona económica exclusiva de Japón, apenas unas horas después de que las autoridades de Tokio impusieran nuevas sanciones a Pionyang por su programa nuclear.
Por su parte, EE.UU. respondió al desafío norcoreano desplegando bombarderos estratégicos B-1B en torno a la península coreana, unas maniobras aéreas a las que se sumó Japón. Además, Corea del Sur ha anunciado el despliegue de nuevas baterías del escudo antimisiles THAAD.
El periodista y director del periódico digital 'AsiaNorthEast', Santiago Castillo, que ha trabajado como corresponsal de la agencia EFE en Corea del Norte, ha analizado en una entrevista con RT esta nueva escalada de tensiones en la península coreana.
RT: Corea del Norte ha vuelto a desafiar a la comunidad internacional con el lanzamiento de un nuevo misil balístico intercontinental, ¿estamos cada vez más cerca de una guerra nuclear?
S.C.: No, no va a haber ninguna guerra nuclear. Hay una auténtica exageración en Occidente sobre lo que ocurre en Corea del Norte, que se debe, en parte, a un gran desconocimiento. Corea del Norte no está en condiciones de atacar a nadie, por mucho desarrollo nuclear que tenga.
Es decir, si Corea del Norte decidiera ahora mismo atacar a sus enemigos de siempre, como dice que son EE.UU. y Corea del Sur, en el mantenimiento de ese conflicto bélico, Corea del Norte no duraría ni veinticuatro horas, porque no tiene infraestructura suficiente para ello. Tiene unas fuerzas armadas que, en general, son muy obsoletas y sucede lo mismo con su sistema productivo. No podría mantener un conflicto.
El lanzamiento del misil por parte de Corea del Norte es una muestra más de lo que viene haciendo desde hace años para mantener su consumo interno y la propia supervivencia del régimen, pero estamos muy lejos de una guerra nuclear. E insisto, Corea del Norte no va a atacar absolutamente a nadie. Son exageraciones en Occidente.
RT: Y por la parte que concierne a EE.UU. y Corea del Sur, ¿les interesaría a ellos entrar en un conflicto directo con Corea del Norte?
S.C.: No, para nada. Ahora mismo tenemos a un Donald Trump que es imprevisible en todo, con una política exterior que está originando problemas y mucha inestabilidad, no solo en el nordeste asiático, sino en otras partes del mundo, pero, a pesar de eso, un ataque a Corea del Norte por parte de EE.UU., y mucho menos por parte de Corea del Sur, es imposible.
Hay dos razones fundamentales. La primera es porque aunque Corea del Norte fuera "destruido por EE.UU." tendría tiempo suficiente para lanzar cualquier ataque a Seúl, que está a 50 kilómetros, causando muchas víctimas, y también a Tokio, que está cerca. Pero es que, además, esta situación no se va a producir. Es decir, ni EE.UU. ni Corea del Sur van a atacar nunca a Corea del Norte.
Lo que pasa es que esta situación que hay, esta situación que se crea constantemente con el desarrollo nuclear de Corea del Norte, está alimentando una inestabilidad en la zona, que lleva así desde que la península coreana se dividió en 1948, y no ha parado.
En definitiva, no va a ocurrir nada, simplemente es un consumo interno que hace Corea del Norte, lanzando estos misiles, para fortalecer su régimen, para fortalecer la figura de Kim Jong-un en todo el país, pero nada más. Y la única solución a todo este desarrollo nuclear sería, simplemente, regresar a las suspendidas negociaciones a seis bandas - EE.UU., Japón, China, Rusia y las dos Coreas - . Esta sería la mejor solución, o la menos mala de todas.
RT: Pero, ¿por qué se suspendieron estas negociaciones en 2008?
S.C.: Hay una razón muy sencilla. Todo lo que suponga una cierta normalidad, una cierta calma, no le interesa al régimen nuclear. Por eso el Estado norcoreano está en permanente estado bélico. Ahora mismo, en Corea del Sur hay un nuevo presidente que le ha ofrecido a Corea del Norte nuevas conversaciones militares, pero Kim Jong-un todavía ni ha respondido a este ofrecimiento.
Por su parte, China le ha insistido en que debe abandonar el tema nuclear, y en las conversaciones a seis bandas hay un ofrecimiento muy bueno, que es el reconocimiento diplomático, petróleo y otras partidas para básicamente suplir su falta de energía y ayuda humanitaria. Pero a Corea del Norte no le interesa. Y yo creo que aquí, si hubiese más presión por parte de China, u otros países, para regresar a las negociaciones a seis bandas, quizás sería un principio de una buena solución. Luego, una vez sentados, todas las partes deberían tratar de alcanzar un acuerdo.
RT: En este sentido, EE.UU. responsabiliza, en parte, a China y Rusia de la situación. Una postura que han criticado Moscú y Pekín. ¿Cómo valoras las acusaciones entre las partes?
S.C.: A China no le interesa una zona en tensión y tampoco una zona en la que se estén desarrollando armas nucleares. Eso está claro. Hay que tener en cuenta que China tiene una frontera con Corea del Norte y, cuando hay un lanzamiento de un misil, hay una protesta muy fuerte de sus países vecinos. Y esto molesta mucho a Pekín. Sin embargo, es cierto que la presión que ha hecho China a Corea del Norte ha sido fuerte, aunque no lo suficiente.
Ahora, respecto a que Donald Trump presione a China para que haga más con Corea del Norte, yo creo que, últimamente, China ha hecho mucho más de lo que se esperaba. De hecho, ha consentido en el Consejo de Seguridad las sanciones contra Corea del Norte. Para mí, el Consejo de Seguridad es completamente obsoleto, porque son cinco países lo que tienen capacidad de veto, y eso no puede ser. Pero aún así, tanto China como Rusia han votado a favor de las sanciones. Yo creo que todo el mundo está de acuerdo en que, aunque el régimen coreano podría seguir vivo, habría que ver como se podría cambiar a su líder, Kim Jong-un.
Es decir, son acusaciones que normalmente están ahí y que no solucionan nada. La tensión que hay en la zona solo sirve para alimentar a países como Corea del Sur y la propia Japón, que están aumentando sus presupuestos militares como consecuencia de lo que está haciendo Corea del Norte. Incluso, ahora mismo, en Corea del Sur, presionado por EE.UU., ya opera una instalación de los misiles THAAD - sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud - , con la fuerte oposición de China y Rusia, que los considera una amenaza grave.
La única forma de resolver el problema nuclear de Corea del Norte, insisto, es regresar a las negociaciones a seis bandas y llegar a un acuerdo entre todas las partes. Donald Trump no se atreverá nunca a hacer nada por su cuenta porque no resolvería el problema. De forma unilateral, este problema nunca se va a resolver. Y por su parte, Corea del Norte no va a atacar a nadie ni puede atacar a nadie ni puede mantener una guerra. Eso sí, es peligroso en el momento en el que puede hacer este tipo de cosas, pero nada más.
María Jesús Vigo Pastur