Pretendía ser la revelación más contundente del periodismo sobre Rusia: dirigentes de unos medios rusos no identificados aceptan 600 millones de rublos (cerca de 10 millones de dólares estadounidenses) en sobornos ofrecidos por la legación de Arabia Saudita en Moscú. Los destinatarios deberían dejar de publicar noticias que presentaban al reino con una luz peyorativa.
La 'noticia', atribuida al embajador de Catar en Rusia, Fahad Muhammad al Attyya, y su 'entrevista' con Al Jazeera, fue falsa. La Embajada catarí y la propia cadena de televisión han desmentido la publicación en la que el diplomático 'denunciaba' los sobornos millonarios y la vinculación saudita.
Según un comunicado diplomático difundido al respecto, el material fabricado apareció en una página web con la grafía tergiversada del nombre del canal, cuya única diferencia de la original consistía en la letra 'z con punto vocal' (ẓ). El comunicado admite que la intención sería menoscabar la imagen de los medios rusos.
Toda una campaña de falsificaciones
Días antes Al Attyya dijo en una entrevista con RT que toda la campaña contra Catar se alimentaba del 'hackeo' y la falsificación. Este caso destaca porque los diplomáticos han tenido que desmentir un engaño triple: que el responsable hiciera una declaración y que la publicara un medio concreto (que en realidad no publicó nada) e igualmente era falso que los periodistas aceptaran un soborno.
Por su parte, el director general de Al Jazeera, Yaser Abu Hilala, comentó que esta no ha sido la primera vez cuando se publican entrevistas, fotografías, videos y otros materiales como si fueran producción del canal catarí.
"Esta vez la página fabricada con la noticia fue diseñada tan convincentemente que sorbe el seso a todo el mundo", dijo en declaraciones a RIA Novosti. "Fue necesario examinarla muy escrupulosamente para comprender que se trataba de un sitio falso". Pese al uso de una 'ẓ' en la dirección del sitio web destinado para la falsificación, el logo redirigía al lector al portal oficial de la cadena de televisión.
Hilala recordó que el 'hackeo' del sitio web de la agencia de información QNA, que impulsó la actual tensión en torno a Catar, fue orquestado desde los Emiratos Árabes Unidos. En aquella falsificación figuró un 'discurso' del propio emir catarí, el jaque Tamim al Thani, en el que proponía dialogar con Irán.
"Distintas inteligencias" pueden estar detrás del engaño
RT ha consultado el tema a la ONG Unión de los Protectores de Información, cuyo presidente, Alexánder Brázhnikov, ha explicado los posibles motivos de la serie de falsificaciones. En su opinión, "la práctica de crear sitios espejo" puede ser "tanto una fuente de ganancias como un medio de influencia".
Son habitualmente "distintas inteligencias" quienes pagan bastante "para ensuciar a cualquiera" y hacer de esta manera que "el enemigo sea malo para todo el mundo". Múltiples organizaciones "están dispuestas a abonar ese trabajo", ha agregado, tachándolo de "guerra sensacionalista". El método parte de un efecto de psicología social que describió así: "La primera información trae frutos, aunque sea falsa, atrayendo más atención que el desmentido".
La colaboradora científica principal del Instituto de Oriente de la Academia de las Ciencias de Rusia, Yelena Melkumián, ha destacado que cada vez llegan más noticias falsas que embrollan la situación, mientras que la crisis catarí aún no está arreglada. Posiblemente buscan poner a Rusia en una "situación embarazosa" para que no pueda intermediar en la disputa entre los países árabes.