"La soberanía rusa de estos territorios está ratificada en documentos internacionales y no se cuestiona", explica contundente Valeri Kistanov, director del Centro de Estudios Japoneses en el Instituo de Estudios del Lejano Oriente.
Kistanov añade además que "la isla de Sajalín fue un trofeo de guerra para Japón tras la guerra ruso-japonesa de 1904-1905. El archipiélago de las Kuriles del Sur se puede considerar un trofeo de guerra de Rusia".
Nikolái Murashkin, doctorando en la Universidad de Cambrigde, comparte estas ideas. "La postura oficial de Rusia es que las islas forman parte de su territorio como resultado de la Segunda Guerra Mundial, que Japón perdió, de modo que no hay ninguna obligación de 'devolverlas", explica.
"Devolución es una palabra utilizada por los japoneses. Legalmente el único documento ratificado y acordado por las autoridades rusas y japonesas tras el final de la Segunda Guerra Mundial es una declaración conjunta de 1956, en la cual simplemente se menciona la conformidad de Moscú para 'transferir' o 'entregar', es decir, no 'devolver', dos islas después de que se firme un tratado de paz", añade Murashkin.
Putin y la terminología de judo
Según Kistanov las negociaciones para un tratado de paz continuarán pero actualmente "no hay razones para transferir las islas".
Fiódor Lukiánov, del Consejo de Política Exterior y de Defensa, declara que "cualquier cuestión territorial solo se resuelve tras negociaciones muy difíciles, acuerdos comerciales y cuando las dos partes ganan algo y también adquieren compromisos".
"A nivel de relaciones internacionales nadie transfiere territorios sin razón alguna. Si se llega a un acuerdo sin un estudio profundo y una dura negociación, entonces podría resurgir un sentimiento de injusticia".
Kistanov toma un ejemplo de la terminología del judo utilizada por el presidente ruso. "Putin dice que hay que adoptar una solución en la que no haya ni vencedores ni vencidos y para ello utiliza el término 'hikiwake' del judo", explica Kistanov. 'Hikiwake' podría traducirse como empate en un combate de judo.
"La solución final debe basarse en la declaración de 1956. Putin reconoció su eficacia en 2001 durante un encuentro con el entonces primer ministro japonés, Yoshiro Mori", declara Kistanov.
Contexto histórico
La parte sur de la isla de Sajalín y las islas Kuriles, incluyendo las islas de la parte sur de las Kuriles, que Japón llama Territorios del Norte –los islotes de Iturup, Kunashir, Shikotan y Haboma– pasaron a formar parte de la URSS al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
En abril de 1941 Tokio y Moscú firmaron el pacto de neutralidad soviético japonesa para un período de cinco años. La URSS renunció en abril de 1945, cuatro meses antes de entrar en guerra con Japón, el 8 de agosto de 1945.
El Gobierno soviético declaró que el pacto había perdido relevancia y utilizó la siguiente explicación: "Alemania atacó la Unión Soviética, y Japón, aliado de Alemania, le ayuda en la guerra contra la URSS. Además, Japón está en guerra con EE.UU. y el Reino Unido, que son aliados de la URSS".
La entrada del país socialista en el escenario asiático se decidió durante la Conferencia de Yalta de 1945. EE.UU. y el Reino Unido estuvieron de acuerdo en que la URSS entrase en guerra contra Japón, pocos meses después de la capitulación de Alemania con la condición de recuperar "los antiguos derechos de Rusia que fueron violados en el traicionero ataque de Japón de 1904". Eso implicaba la vuelta a Rusia de la parte sur de Sajalín y las islas adyacentes, que incluye las Kuriles.
Japón se rindió el 2 de septiembre de 1945, aunque todavía está por firmar un tratado de paz. Las partes mantuvieron negociaciones que terminaron con la firma de una declaración conjunta el 19 de octubre de 1956 en Moscú.
El artículo 9 de la declaración dice: "La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, con la intención de cumplir con los deseos de Japón, y teniendo en cuenta los intereses de Japón, está de acuerdo en entregar a Japón las islas de Habomai y la isla de Shikotan. Sin embargo, esta entrega de las islas solo tendrá lugar una vez que se haya establecido un tratado de paz entre Japón y la URSS".
Japón ratificó el documento pero posteriormente abandonó su implementación y reclamó la devolución de todas las islas Kuriles del Sur antes de la firma de un tratado de paz.
Elaborado por Gleb Fiódorov para Russia Beyond The Headlines.