Desclasifican documentos secretos sobre la Guerra de Malvinas

Los ingleses distribuyeron panfletos e instalaron una emisora de radio para desmotivar a sus rivales sudamericanos en las islas.

El Ministerio de Defensa británico desclasificó documentos secretos sobre su actuación en la guerra de Malvinas de 1982, donde se revelan distintas acciones efectuadas para afectar psicológicamente a los soldados argentinos que arribaron a las islas, informa el sitio especializado Psywar

En aquel entonces, Argentina estaba gobernada por una dictadura militar en el marco regional del Plan Cóndor, coordinado por Estados Unidos. Establecer su soberanía en las islas, que le corresponde por su ubicación geográfica, era la última oportunidad para legitimar su autoridad en la población local. Tras la derrota del ejército en una batalla desigual, la caída de las Fuerzas Armadas del poder y el retorno a la democracia en 1983 fueron inminentes. 

Frente a las precarias milicias argentinas, se encontraban las sofisticadas fuerzas inglesas, que también debían aumentar los índices de aprobación de su mandataria Margaret Tatcher, resistida en la clase trabajadora, y encontraron en el enfrentamiento bélico una situación perfecta. En la batalla murieron 649 argentinos y 255 británicos.

Los ingleses no pelearon solo con balas: para garantizar su victoria aplicaron una "psywar" (guerra psicológica), en la cual distribuían panfletos intimidatorios e instalaron una señal radial cuyo público objetivo era el ejército visitante. 

Los folletos

"Soldados de las fuerzas argentinas: Están ustedes completamente a solas. Desde su patria no hay esperanza de relevo o ayuda. Prontamente caerán sobre ustedes todos los rigores de un invierno cruel y despiadado y la armada argentina no está en condiciones de suministrarles los víveres o refuerzos que ustedes tanto necesitan", expresa uno de los panfletos.

Y añadieron más sentimientos negativos para desmoralizar al inexperto ejército rival: "Sus familiares viven con el tremendo terror de que nunca los volverán a ver". En otro fragmento se lee: "No es justo que con sus vidas paguen ustedes las tortuosas ambiciones de esta loca aventura mal vista por el mundo entero". Según las informaciones oficiales, se imprimieron unos 12.000 folletos.

Sin embargo, el más controversial de todos incitaba a que los sudamericanos se retiren voluntariamente: "El soldado que porta este pase ha señalado su deseo de no seguir peleando. Se le tratará estrictamente de acuerdo a lo estipulado por la Convención de Ginebra y deberá ser evacuado del área de operaciones lo más pronto posible", dice. También agregaban que "se le suministrará alimentos y tratamiento médico de ser necesario y después será internado en un lugar de albergue donde esperará su repatriación".

Además, se destaca un escrito donde se le solicitó al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Argentinas, Mario Benjamín Menéndez, que decline su incursión. El texto está firmado por John Forster Woodward, Comandante en Jefe de las Fuerzas Británicas en aquel entonces: "No existe posibilidad alguna de que sus fuerzas reciban ayuda o socorro", señala el histórico comunicado.

"Ahora las cosas han llegado al punto que hacen necesario que ponga en tela de juicio la justificación de continuar resistiendo fuerzas tan abrumadoras", puede apreciarse, y puntualmente pide: "Es usted que tiene que decidir respecto al bienestar suyo personal, la de sus fuerzas y de la población civil".  

Según los archivos desclasificados y citados por el portal, la iniciativa formaba parte de la 'Operación Corporate', donde el gobierno británico le encargó al Grupo Especial de Proyectos (GEP) la misión de debilitar a los soldados argentinos desplegados en Malvinas. 

La antena de la BBC que participó en la guerra

En la información también se destaca la instalación de la Radio Atlántico del Sur (RADS), que transmitía en español y buscaba desmotivar a los jóvenes latinoamericanos.

Sin embargo, no cumplió su objetivo ya que el acento utilizado no era el habitual usado por los soldados, que pocas veces escuchaban la radio y si lo hacían, optaban por transmisiones típicas de su tierra. Para realizar las emisiones se utilizó una antena de la BBC en la isla Ascensión del Océano Atlántico -también dependiente del Reino Unido-, aunque la cadena sostiene que se opuso a ello.

En los archivos se evidencia que el 28 de abril de 1982 se propuso que un transmisor de la cadena londinense reproduzca cuatro horas diarias de emisiones preparadas especialmente desde el Reino Unido para las Islas Malvinas. El 18 de mayo de ese año, el proyecto fue aprobado por el Consejo de Ministros y la primera señal se escuchó el 19 de mayo, según cita la página especializada. 

Colonialismo inglés

La ocupación inglesa en las Islas Malvinas es histórica, según el experto Mario 'Pacho' O'Donnell data de 1833, y el reclamo argentino por su soberanía fue mutando a través de los años. Tras la improvisada invasión armada impuesta por un gobierno de facto, los pedidos de diversas administraciones democráticas avanzaron por las vías diplomáticas. 

Sin embargo, los años pasaron y las autoridades británicas siempre se han mostrado firmes: a pesar de estar a 12.382 kilómetros, no le devolvieron el territorio a la Argentina, cuyas costas están a tan solo 464 kilómetros. En junio, la ONU instó al Reino Unido a reanudar las negociaciones bilaterales con Buenos Aires para destrabar la disputa. Además, los habitantes del lugar se muestran reacios a que las islas sean controladas por el país sudamericano.