China ha empezado las pruebas del sistema de energía de su primer portaviones de fabricación propia y espera lanzar pruebas de amarre el próximo mes, lo que supone un adelanto en el calendario que tenían programado, ha afirmado Hu Wenming, director del astillero CSIC, informa el portal Global Times.
El primer buque del proyecto 001A fue botado en Dalian, en la provincia nororiental de Liaoning, en abril de este año y está planeado que sea incorporado a la Armada china en 2020.
"El comienzo de las pruebas de amarre significará que la propulsión y el sistema de energía del portaviones son capaces de funcionar apropiadamente. Creo que podremos empezar las pruebas de amarre el próximo mes", declaró Hu a la Televisión Central de China.
Las pruebas de amarre y las de mar son las etapas finales antes de que un buque sea puesto en servicio, explicó el representante.
El portaviones está basado en el Liaoning, un antiguo buque soviético Variag que el país asiático adquirió a Ucrania en los años 90 a precio de chatarra, reconstruyó y puso en servicio en 2012.
El 001A tiene un diseño muy similar al portaviones soviético pero con un tamaño mayor, y ha sido desarrollado exclusivamente con tecnologías chinas.
El nuevo buque tiene un desplazamiento de unas 70.000 toneladas, 315 metros de eslora y 75 de manga. Las imágenes del 001A indican que cuenta con un trampolín y, según las estimaciones, podría transportar entre 28 y 36 aeronaves.