El cofundador de la compañía de inversión Elevation Partners, Roger McNamee, quien fue uno de los primeros inversores en Google y Facebook, así como asesor de Mark Zuckerberg, afirma en un artículo para 'USA Today' que estas dos empresas lo "aterrorizan" y está preocupado por el "daño" que causan los monopolios de Internet a la salud pública.
"La tecnología nos afecta desde el momento en que nos despertamos hasta cuando nos dormimos", señala el inversor y agrega que aunque la comodidad de los teléfonos inteligentes "tiene muchos beneficios", las consecuencias imprevistas de los productos "bien intencionados se han convertido en una amenaza para la salud pública y para la democracia".
McNamee también explica que el mayor problema de Google y Facebook no son sus servicios básicos, sino el modelo de negocio, que se basa en la publicidad y la atención de la gente, conduciendo "a un 'hackeo' del cerebro aún más agresivo". Para obtener un beneficio, las empresas utilizan técnicas tomadas de la industria de los juegos de azar y mantienen atraídos a los usuarios, aprendiendo sobre ellos más y más, señala el cofundador de Elevation Partners.
"Facebook, Google y otras empresas explotan la naturaleza humana, creando comportamientos adictivos que obligan a los consumidores a comprobar nuevos mensajes, responder a notificaciones y buscar la validación de tecnologías cuyo único objetivo es generar beneficios para sus propietarios", señala McNamee.
Como resultado, gracias a sus tecnologías las grandes compañías de Internet saben más de nosotros que nosotros mismos. Esto "les da un enorme poder para influir" en nuestras vidas y para persuadirnos a "hacer cosas que sirvan a sus intereses económicos", subraya el inversor.
"Facebook, Google y otras compañías similares compiten por la atención de cada consumidor, reforzando los sesgos y reduciendo la diversidad de ideas a las que cada uno está expuesto", remarca McNamee y agrega que el grado del daño "crece con el paso de tiempo".
Según el inversor, los consumidores de Facebook y Google "no logran reconocer" que estos productos no los hacen más felices o más exitosos, así como tampoco reconocen "las señales de advertencia de la adicción hasta que es demasiado tarde". "Al igual que los juegos de azar, la nicotina, el alcohol o la heroína, Facebook y Google ―sobre todo a través de su filial de YouTube― producen felicidad inmediata con graves consecuencias negativas a largo plazo", sostiene McNamee.
En lo que se refiere al papel que estas empresas pueden jugar a nivel político, puntualmente respecto a la democracia, McNamee sostiene como ejemplo que "agencias de Inteligencia de Estados Unidos llegaron a la conclusión de que Rusia había interferido en las elecciones presidenciales del pasado noviembre y que Facebook fue una plataforma clave para difundir desinformación".