El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció el jueves que declarará una emergencia nacional debido a la epidemia de opioides.
"Es una emergencia nacional. Vamos a dedicar mucho tiempo, mucho esfuerzo y mucho dinero a la crisis de los opioides", afirmó Trump a los periodistas, agregando que "es un problema serio, como nunca hemos tenido". "Nunca ha habido nada como lo que le ha pasado a este país en los últimos cuatro o cinco años", insistió.
"Un 11-S cada tres semanas"
Sus declaraciones se producen después de que la semana pasada, la Comisión Presidencial sobre la Lucha contra la Drogadicción y la Crisis de Opioides publicara un informe preliminar que describía el número de muertes por sobredosis en el país como "un 11-S cada tres semanas" e instaba al mandatario a declarar una emergencia nacional.
Más víctimas en un año que en toda la guerra de Vietnam
Entre 59.000 y 65.000 personas murieron en Estados Unidos en 2016 en relación con sobredosis de drogas, la cifra más alta registrada en la historia de ese país, según establece un estudio reciente publicado en junio por 'The New York Times'. En comparación, 58.220 soldados estadounidenses murieron en la guerra de Vietnam entre 1955 y 1975, y 4.520 han perdido la vida hasta ahora en la guerra de Irak desde 2003.
La cifra de las muertes por sobredosis representa un aumento del 19% con respecto a 2015, cuando se registraron 52.404 muertes, lo que convierte a los casos de sobredosis en la principal causa de muerte en personas menores de 50 años. Sin embargo, impacta aún más el hecho de que, según las estimaciones para este 2017, estas cifras seguirán aumentando.
Alrededor de dos tercios de todas las muertes por sobredosis están vinculadas a la heroína y otros opiáceos. En particular, el número de estadounidenses que mueren por sobredosis de heroína ha ido en claro aumento desde 2002, con más de 13.000 personas fallecidas por consumo de esta droga en 2015, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE.UU.
¿Quién tiene la culpa?
Muchos investigadores y periodistas vinculan la propagación de la dependencia a los opiáceos, en primer lugar, con los analgésicos opioides recetados desde el comienzo de la década de 1990 a los pacientes con dolor crónico.
Este año se han lanzado múltiples demandas en EE.UU. contra los fabricantes y distribuidores de opioides. Los demandantes argumentan que estas compañías conscientemente engañaron a pacientes y médicos minimizando los riesgos de las drogas y exagerando sus beneficios, así como suministraron una cantidad enorme de estas píldoras, incluso cuando deberían haber sabido que iban a personas que estaban abusando de las drogas.
"A pesar de todas las pruebas en contra de la naturaleza adictiva de estos medicamentos para el dolor, están haciendo muy poco para asumir la responsabilidad de sus acciones y para decirle al público la verdad", denunció en un comunicado Mike DeWine, fiscal republicano del estado de Ohio, de donde provino una de las demandas.
¿Qué hará Trump?
Aún no está claro qué medidas en concreto tomará el presidente estadounidense para luchar contra la epidemia, pero declarar una emergencia podría permitir a los estados y ciudades más afectados por la crisis acceder a fondos federales para abordar el problema.
Seis estados —Alaska, Arizona, Florida, Maryland, Massachusetts y Virginia— ya han declarado emergencias debido a la crisis de opioides.