El ruso Valentín Diagteriov, residente en la ciudad rusa de Nizhni Taguil, ha encontrado una construcción subterránea abandonada cerca del monte de Jolat Siajl, en los Urales del Norte. En opinión de este aficionado a la radio, el hallazgo puede estar relacionado con la misteriosa muerte en la misma zona de nueve jóvenes, un caso sin resolver que se remonta al año 1959.
El monte, cuyo nombre se traduce del idioma mansí (aborigen de los Urales del Norte) como 'montaña de los muertos', fue escenario de la tragedia, que todavía sigue intrigando al público e inspirando a algunos escritores y cineastas. El lugar también se conoce como el paso Diátlov, bautizado con el nombre del líder del grupo fallecido allí.
El descubridor de la instalación subterránea la ha calificado como "antiguo búnker militar" y dice de ella que es "muy grande". No en vano tiene entre 25 y 30 metros de largo y entre 10 y 15 metros de ancho, cita la agencia de noticias URA. La localizó a unos 10 kilómetros al sur del lugar donde los viajeros murieron al salir repentinamente de su tienda de campaña.
Diagteriov se percató de que la construcción estaba hecha de hormigón y cubierta con hojas de hierro, que aún conservan fragmentos de pintura protectora de color verde. Este último detalle lo hizo pensar que se trataba precisamente de una instalación castrense. La conjetura del aficionado es que Diátlov y su grupo llegaron al Jolat Siajl cuando arrancaba allí un "ensayo" militar, aunque se desconoce qué características tenía.
Los turistas fallecidos y la posterior investigación "atrajeron una atención innecesaria sobre el lugar", explica el descubridor del 'búnker' en declaraciones a la agencia. Esta sería la razón de por qué todas las actividades en torno a la construcción fueron suspendidas y quedó abandonada.
Oficialmente la causa de muerte de la mayoría de los integrantes de aquella expedición fue la hipertermia. Pero la investigación mencionó también el impacto de una "fuerza elemental". Solo dos o tres cadáveres presentaban heridas asociadas con alguna agresión violenta, pero podían haberse producido póstumamente. El misterio principal era conocer qué espantosa visión había obligado al grupo a salir corriendo de la tienda probablemente sin tiempo a vestirse del todo durante su pernoctación en pleno invierno.
Tras este nuevo hallazgo, "todo queda claro", afirma el investigador. Diátlov ha revelado las coordenadas exactas de la instalación: 61°40'13.75''N, 59°21'32.30''E.