Rusia ha reducido en casi dos tercios el personal diplomático estadounidense en el país. Quizás piensan que es lo más escandaloso que ha ocurrido en las relaciones diplomáticas rusas con otros países, ¿verdad? ¡Incorrecto! Echen un vistazo a estos tres escándalos recientes.
Donald Trump, presidente de EE.UU., agradeció a Rusia el 10 de agosto de 2017 la expulsión de 755 diplomáticos que trabajaban en la embajada y los consulados estadounidenses como respuesta a las nuevas sanciones impuestas a Rusia por Washington. "Estoy muy agradecido de que él [Vladímir Putin] dejase ir a un gran número de personas porque ahora tenemos una nómina más pequeña", dijo Trump. Según él, EE.UU. no necesitaba de todos modos tanta gente trabajando en Rusia.
No parece que todos los funcionarios estadounidenses compartieran el punto de vista de Trump, ya que un trabajador del Departamento de Estado había calificado previamente la decisión de Moscú de expulsar a casi dos tercios de los diplomáticos estadounidenses en Rusia de "acto lamentable y desacertado". De todos modos, el escándalo diplomático atrae mucha atención pública, con personas que lo consideran el más grande en décadas. Sin embargo, ha habido otros eventos relacionados con diplomáticos rusos y extranjeros que podrían superar la situación actual.
Embajador atacado por funcionarios de aduanas
En noviembre de 2011 Vladímir Titorenko, un respetado diplomático ruso que sirvió en varios países árabes y entonces era embajador de Rusia en Catar, sobrevivió a una paliza. Los agresores que le atacaron a él y su asistente no eran unos meros matones y todo sucedió mientras los diplomáticos pasaban por el servicio de aduanas del aeropuerto de Doha. Los funcionarios de aduanas exigieron que los rusos les dieran su valija diplomática (que, según el derecho internacional, tenían todo el derecho de no entregar). Cuando los diplomáticos rechazaron sus demandas, los oficiales la emprendieron a golpes. Titorenko resultó malherido, temiéndose que sufriese un desprendimiento de retina.
Como declaró un funcionario anónimo del Ministerio de Relaciones Exteriores, el ataque podría estar relacionado con la posición de Rusia sobre Siria, donde apoya al actual presidente Bashar al Assad (Catar respaldó a la oposición). En cualquier caso, el escándalo era enorme. Rusia inmediatamente devolvió a Titorenko a casa y declaró que el incidente era totalmente inaceptable. Moscú redujo el nivel de sus relaciones diplomáticas con Doha.
La fallida experiencia de McFaul
Michael McFaul, especialista en estudios de Europa del Este y exasesor de Barack Obama en política exterior, probablemente no esperaba que su servicio fuera tan difícil. Después de que McFaul se reuniese con varios líderes de la oposición rusa en su segundo día de misión, los medios del país se volvieron más críticos con él y la situación no hizo más que degradarse a lo largo de la estancia de McFaul en Rusia. Incluso tuvo que explicar que EE.UU. no apoyaba financieramente a la oposición rusa ni trataba de derrocar al gobierno.
McFaul pasó sólo dos años en Rusia, dejando su puesto en 2014. Dos años más tarde se encontró en la lista de sanciones de Rusia: se le prohibía viajar a este país. Al comentar el tema, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, declaró que McFaul había hecho daño intencionadamente a las relaciones ruso-estadounidenses. McFaul aún no puede visitar Rusia, pero espera que algún día le saquen de esta lista. Seguramente todavía echa de menos la cerveza rusa Báltika 7, de la que dijo que le gustaba mucho.
Duro discurso en el Consejo de Seguridad
Los enfrentamientos diplomáticos pueden ser bastante difíciles, pero en abril de 2017 el embajador adjunto de Rusia ante las Naciones Unidas Vladímir Safrónkov demostró un nuevo nivel de dureza. Respondiendo al embajador del Reino Unido ante la ONU, Matthew Rycroft, que una vez más criticó a Rusia por su apoyo al presidente sirio, Bashar al Assad, Safrónkov movió un dedo contra Rycroft y le dirigió con rudeza en ruso: "¡Rycroft! ¡No me retires la mirada! ¡No te atrevas a insultar a Rusia de nuevo!". Esto ocurrió durante la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
La salida de Safrónkov provocó críticas de Occidente e incluso de algunos funcionarios rusos. Por ejemplo, Valentina Matvienko, portavoz de la Cámara Alta del Parlamento de Rusia, desaprobó públicamente la elección de palabras de Safrónkov, afirmando que se lo había comentado personalmente al ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov. Al mismo tiempo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que no había nada ofensivo en las palabras de Safrónkov y que la acalorada discusión justificaba sus emociones.
Elaborado por Oleg Yegórov para Russia Beyond The Headlines.