Un periodista argentino, Federico Lemos, trabajó como 'data entry' en el centro de cómputos donde se contabilizaron casi todos los votos de las elecciones primarias del domingo 13 de agosto en Argentina. En una entrevista informó que cuando Cristina Kirchner (Unidad Ciudadana) se acercaba a Esteban Bullrich (Cambiemos) —ambos son candidatos a senadores por la provincia de Buenos Aires— dejaron de cargarse datos: "Nos dijeron que terminó el conteo de votos, que no nos precisaban más y que nos teníamos que ir".
En las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del país sudamericano se votaron a los candidatos a senadores y diputados que disputarán bancas en el Congreso en los comicios parlamentarios de octubre. A su vez, funcionan como un sondeo de intención de voto más preciso que el de las típicas encuestadoras, y las fuerzas políticas utilizan esta instancia para medir su alcance de cara a la próxima contienda electoral.
Nos dijeron que terminó el conteo de votos, que no nos precisaban más y que nos teníamos que ir
En la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado de Argentina, se ponen en juego tres bancas en el Senado y 35 en la Cámara de Diputados. En el primer caso, la expresidenta se medía contra el oficialismo para saber qué fuerza predomina en el distrito más habitado de la nación, con 17 millones de personas. Si bien es cierto que en los conteos provisorios no suelen cargarse el 100% de los datos, la Dirección Nacional Electoral (DINE) dejó de difundir información oficial a las 6:55 del lunes y solo se escrutó el 95,68% de las mesas. Hasta ahora, la elección quedó con Bullrich a la cabeza, sumando el 34,19%, seguida por Kirchner, quien suma 34,11%.
La oposición kirchnerista habla de 'bochorno' y 'escándalo'; consideran que el conteo se detuvo en distritos claves e históricamente peronistas, donde Cristina sumaba notables diferencias. Incluso se consideraron ganadores, calculando los sufragios que faltan contabilizar. Desde el oficialismo argumentan que ello se debe a que el sistema electoral es 'obsoleto'. También insisten con que el mecanismo actual de boletas en papel genera que el conteo de votos sea 'lento' y vuelven a hacer público su pedido para instaurar el sistema de boleta única electrónica.
Sin embargo, en medio de las acusaciones cruzadas, el lunes comenzó a circular en las redes sociales una entrevista que brindó el reportero argentino, quien fue testigo de lo que sucedió con el conteo provisional de las últimas elecciones.
¿Qué pasó en el centro de cómputos?
Para ganar dinero extra, Lemos pasó la noche del domingo 13 de agosto y madrugada del lunes 14 desempeñándose en el Correo Argentino, entidad a cargo del conteo. "Entré a las 12 de la noche y el ritmo era normal, comenzamos cargando datos de las provincias de Salta y Entre Ríos", le expresó a Radio Cooperativa, pero aclaró: "En Buenos Aires empezamos cargando datos de distritos como Bahía Blanca y La Plata, nada más que eso". Estos territorios son favorables a Cambiemos, y así se reflejó en las cifras; Bullrich estaba dos puntos porcentuales arriba de Cristina y buena parte de la población se fue a dormir con esta información, es decir, visualizando la derrota parcial del kirchnerismo.
Además, el reportero contó que "a la una de la mañana empezó a funcionar mal el sistema", y agrega que "justo en ese momento empezaban a caer telegramas de La Matanza y Quilmes", donde la ventaja de Cristina Kirchner sobre Esteban Bullrich era "abrumadora". Según sus palabras, en mesas de 300 votos la diferencia rondaba entre 40 y 50 boletas, pero "en algunos casos duplicaba a Cambiemos".
Cuando comenzó a fallar el sistema, recibían "solo un telegrama cada 15 minutos", demostrando la lentitud. El periodista describió: "A partir de las 2 de la mañana era un desastre total". Sumando más detalles al reportaje radial, relató: "Con mis compañeros empezamos a ver que Cristina se acercaba demasiado a Bullrich, y a las 3 de la mañana el sistema ya no andaba, o de vez en cuando caía un telegrama".
Y siguió: "A las 4:30 AM la gente del Correo Argentino le dice a unos 80 chicos de mi sector que se vayan porque no había más carga y la gente que estaba trabajando se tenía que ir". En su área eran 300 personas, pero "a la media hora se fueron otros 80", reduciendo aún más el personal. "Quedamos alrededor de 100 o 120", recordó Lemos.
A las 6 de la mañana les informaron que "terminó el conteo de votos", que no los necesitaban más y debían irse del establecimiento. Además, precisó: "El último telegrama lo habré recibido después de las 5, pero estuve una hora sin recibir ninguno". Cuando el trabajador ocasional consultó por qué el conteo se demoraba tanto, le contestaron que "la carga iba a llegar hasta el 95% y después se cortaba". Y reiteró: "Me sorprendió que, justo cuando comenzaron a caer los telegramas donde Cristina arrasaba, se cortó. Cuando pregunté a otros el porqué, nadie me sabía responder".
Algunos de los distritos donde faltan contabilizar votos también son Florencio Varela y Berazategui, donde predominan las clases medias y también trabajadores más humildes que en otras zonas, como la capital del país. "Con los datos que veníamos recibiendo, hablábamos con otros chicos de que en cualquier momento Cristina lo sobrepasaba", añadió.
Por su parte, el secretario de Asuntos Políticos e Institucionales del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Adrián Pérez, le dijo al canal A24 que "esto es completamente normal", y añadió: "En la provincia siempre queda aproximadamente un 5% de telegramas sin escrutar, en elecciones pasadas con el kirchnerismo pasó algo parecido pero en distritos de Zona Norte". Según el funcionario, al ser un territorio con tantos habitantes, el conteo es más difícil. Por lo pronto, este martes ha comienzado el escrutinio definitivo de Buenos Aires, que puede demorar entre una semana y 15 días para saber si ganó Bullrich o Kirchner.