El auto del juez de la Audiencia Nacional española, Fernando Andreu, que dictó en la noche del martes prisión incondicional para Mohamed Houli y Driss Oukabir, dos de los detenidos por los atentados perpetrados en Cataluña el pasado jueves, pone de manifiesto que la célula terrorista tenía "la finalidad de cometer una acción terrorista de gran envergadura". La presencia de un gran número de bombonas de butano, 500 litros de acetona, una gran cantidad de clavos para ser utilizados como metralla y varios detonadores encontrados en los registros policiales sirve como indicio de la magnitud de lo que realmente planeaban.
También fueron halladas fundas de almohada y bridas que iban a emplearse para fabricar los artefactos explosivos, según la opinión de los investigadores.
Las declaraciones de los detenidos también han resultado fundamentales para reconstruir el relato detallado de las verdaderas intenciones de estos terroristas, que se autodenominaban "soldados del Estado Islámico en Al-Andalus".
Uno de ellos, llamado Mohamed Houli Chemal, resultó herido en la explosión de la casa que la célula utilizaba en la población de Alcanar (Tarragona), y en su declaración confirmó que el grupo preparaba un atentado de grandes proporciones contra monumentos representativos de Barcelona. Además, aseguró que el imán Abdelbaki Es Satty era el líder el grupo y tenía la intención de "inmolarse" junto a sus adeptos. Driss Oukabir, el terrorista detenido en Ripoll, también ha ratificado ess misma función del imán en el atentado.
Houli también ha confesado ante el juez que la célula acumulaba, en la vivienda de Alcanar, los componentes químicos necesarios para elaborar tetraperóxido de triacetona (TATP), el explosivo conocido como 'la madre de Satán', utilizado frecuentemente por el Estado Islámico.