El Bundesbank ha culminado ya, tres años antes de lo previsto, la repatriación de parte del oro que tenía en Nueva York y París, y ya tiene algo más de la mitad de sus reservas en Fráncfort, tal como tenía previsto. El banco alemán ha emitido hoy un comunicado en el que informa que ya no tiene oro almacenado en París y, recordó que en 2016 concluyó también con éxito el traslado de parte de las reservas que tenía en Nueva York.
En concreto, el Bundesbank ha trasladado este año a Fráncfort 91 toneladas de oro, las últimas que le quedaban en París. Según los planes iniciales, el Bundesbank iba a repatriar sus reservas de oro para tenerlas en Fráncfort en 2020, pero el proceso se ha acelerado en varias ocasiones, probablemente por precaución ante una posible caída del euro, cuya estabilidad se ha visto amenazada por diversos sucesos políticos que han agitado la eurozona en los últimos años.
En total, se han trasladado unas 300 toneladas de oro desde Nueva York y unas 374 toneladas de París a Fráncfort. Con ello la entidad acumula ahora en Fráncfort 1.710 toneladas de oro, que representan el 50,6 % de sus reservas, mientras en las cajas fuertes del Banco de la Reserva Federal de Nueva York concentra otras 1.236 toneladas (un 36,6 % de las reservas), y en el Banco de Inglaterra otras 432 toneladas, que constituyen el 12,8 % restante.
El Deutsche Bundesbank es la entidad responsable de la administración de las reservas de oro de Alemania y ha informado que los costes de la repatriación ascienden a unos 7,7 millones de euros.
Durante la guerra fría, Alemania Occidental envió el 98 % de sus lingotes al extranjero. Hasta el momento, la mayor repatriación de oro que realizaron los teutones había tenido lugar en 2000, cuando el Bundesbank retiró 931 toneladas del Banco de Inglaterra. Alemania es el país que ostenta las segundas reservas de oro más elevadas del mundo, sólo por detrás de EE.UU.