Camboya ha acusado este jueves a EE.UU. de injerencia política y ha calificado la democracia estadounidense de "sangrienta y brutal", informa Reuters.
Esas palabras son la respuesta del Gobierno camboyano a las críticas de Washington sobre decisión del país asiático anunciada este miércoles de cesar las actividades en el territorio camboyano de un grupo prodemocracia financiado por EE.UU., el Instituto Nacional Demócrata para los Asuntos Internacionales (NDI). Además, las autoridades camboyanas amenazaron con cerrar un periódico fundado por un periodista estadounidense si no paga los impuestos que debe de forma inmediata.
El Departamento de Estado de EE.UU. afirmó en relación a estas medidas que está preocupado por la "restricción de libertad de la prensa" en el país asiático. Asimismo, la embajada de EE.UU. en Nom Pen expresó en una declaración sus dudas con respecto a si Camboya era una democracia.
El Gobierno camboyano respondió a esas críticas en una carta abierta, en la que se preguntaba si Washington había llegado a Camboya "para ayudar o para poner trabas al pueblo jemer" y acusaba a EE.UU. de haber contribuido a la llegada al poder en la década de 1970 del régimen de los jemeres rojos, responsable del genocidio de más de 1,8 millones de personas en el país asiático, que murieron por ejecuciones, torturas, enfermedades y hambre.
"Los camboyanos sabemos muy bien qué significa el proceso democrático. No hace falta que nos digan lo que es", reza la carta, que luego describe el estilo de democracia estadounidense como "sangriento y brutal".
"Deseamos enviar a la embajada de EE.UU. una vez más el mensaje claro de que defendemos nuestra soberanía nacional", destaca el documento.