A lo largo de la costa de Texas, en EE.UU., los residentes se someten a evacuaciones colectivas o se preparan para afrontar la tormenta tropical Harvey, el primer huracán significativo que azotará el estado desde 2008 y el de mayor magnitud en el país desde 2005, según ABC News.
El fenómeno fue etiquetado por meteorólogos como "tormenta potencialmente mortal". Se estima que el temporal tocará tierras continentales la noche del viernes o la madrugada del sábado en forma de huracán de categoría 3, lo que se traduce en vientos de hasta 200 kilómetros por hora, oleajes de hasta 3,7 metros e inundaciones.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta oficial de mareas tormentosas para la mayor parte de la costa de Texas. Se cree que la tormenta se mantendrá hasta el lunes, aun cuando en la misma noche del sábado podría debilitarse y pasar a categoría 2.
Ante el riesgo inminente, reporta CBS News, los texanos amontonan sacos de arena alrededor de sus hogares y negocios y se abastecen con comida y agua, lo que ha dejado vacíos los estantes de muchas tiendas. Algunos condados del estado emitieron disposiciones para la evacuación obligatoria de miles de ciudadanos y advirtieron, a los que opten por quedarse, que no habrá garantías de rescate. Otras zonas decretaron facilidades para evacuaciones voluntarias.
En el vecino estado de Luisiana también se esperan fuertes inundaciones.