El jefe de la inteligencia militar rusa revela las tácticas de combate del Estado Islámico
Ígor Kórobov, director del mando principal del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia (la agencia de inteligencia militar anteriormente conocida como GRU) reveló las tácticas de combate y de defensa del Estado Islámico en Siria.
Tácticas de ataque
Para ocupar localidades, los terroristas utilizan todoterrenos con armas, apoyados por vehículos blindados y también dependen en gran medida de sus coches bomba. Normalmente atacan desde distintas direcciones.
Para 'romper' la defensa, a menudo utilizan vehículos llenos de explosivos manejados por terroristas suicidas, cuya tarea principal es embestir las filas de los defensores y ocupar las posiciones hasta que lleguen los demás terroristas, reveló Kórobov.
Las armas que instalan los terroristas en los todoterrenos para convertirlos en armamentos móviles son ametralladoras de gran calibre, armas antitanques y morteros, mientras que las plantas bajas de los edificios en las vías estratégicas de las localidades ocupadas se convierten en objetivos de fuego.
Tácticas de defensa
La principal táctica que suele emplear el Estado Islámico para mantener las localidades ocupadas se llama sistema de defensa focal. Es decir, los terroristas escavan túneles y conectan los edificios por vías subterráneas, algo que les permite trasladar de manera invisible a los grupos de militares donde sean más necesarios.
Además, los terroristas instalan su artillería y equipos blindados cerca de escuelas, hospitales, mezquitas y otros lugares de importancia social, buscando de esta manera protegerlos de posibles bombardeos, según reveló el jefe de la inteligencia militar rusa.
Otras tácticas ofensivas
Asimismo, los terroristas practican incursiones rápidas para atacar instalaciones más alejadas pero de importancia política, económica o militar, como por ejemplo aeródromos, cárceles o industrias, tras lo cual normalmente regresan a sus posiciones. Estas incursiones son de carácter organizado e inesperado, por lo que a menudo resultan eficientes, concluyó Kórobov.