Niels Hogel, un enfermero alemán condenado hace dos años por acabar con la vida de varios pacientes con sobredosis de medicamentos, podría haber matado a un mínimo de 86 personas, informa AP.
Aunque los investigadores estiman que la verdadera magnitud de sus crímenes podría ser aún mayor, con esa cifra ya confirmada se habría convertido en el mayor asesino en serie desde la época nazi.
En 2015, Hogel fue sentenciado a cadena perpetua por dos homicidios y dos intentos de asesinato en una clínica de Delmenhorst (Baja Sajonia, Alemania). Sin embargo, los fiscales prosiguieron sus pesquisas y descubrieron que causó la muerte de, al menos, 43 personas.
🔵🇩🇪#ALLEMAGNE : Niels #Högel, un infirmier déjà condamné pour les meurtres de 6 patients, serait à l'origine de la mort de 84 autres (Bild). pic.twitter.com/K2MNqQT0AN— 🌐Le Globe (@LeGlobe_info) 28 августа 2017 г.
Este año aparecieron nuevos detalles después de que ese enfermero fuera declarado culpable de intento de homicidio en otro caso. Así, las autoridades investigaron cientos de casos y exhumaron cuerpos de sus antiguos pacientes, tanto de Delmenhorst como de otra instalación sanitaria próxima a Oldemburgo, donde también había trabajado.
El jefe de Policía de esa segunda localidad, Johann Kuhme, ha confirmado que existen evidencias de otros 84 homicidios —aparte de los dos por los que Niels Hogel se encuentra entre rejas—, pero "la verdadera dimensión de los asesinatos" podría ser "mucho peor", debido a que algunas víctimas eran incineradas y eso imposibilita reunir evidencias.
Durante uno de sus juicios en 2016, el acusado expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y declaró que inyectaba grandes cantidades de medicamentos a algunos enfermos para disminuir su presión sanguínea "por aburrimiento", con el objetivo de llevarlos al borde de la muerte y demostrar su capacidad para reanimarlos.