Los más altos jefes militares de EE.UU. y Corea del Sur acordaron articular medidas de respuesta al lanzamiento de un misil balístico norcoreano que sobrevoló Japón en la mañana de este martes. Se comprometieron a estar listos, incluso, para una acción bélica.
Al conocerse los detalles de la última prueba balística de Pionyang, el presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Joseph Dunford, se puso en contacto por teléfono con su homólogo surcoreano, Jeong Kyeong-doo.
Los dos generales decidieron "adoptar lo antes posible medidas que permitan manifestar la potente voluntad de respuesta por parte de los países aliados, incluida una respuesta militar, a las provocaciones norcoreanas", según recoge un comunicado oficial difundido por la agencia Yonhap.
El misil balístico lanzado en la mañana de este martes tuvo un alcance de unos 2.700 kilómetros y llegó a una altura máxima de 550 kilómetros. Despegó desde la región de Sunan, cerca de Pionyang, a las 05:57 (hora local), informan los militares surcoreanos.
Jeong Kyeong-doo detalló que se trata del décimo tercer misil balístico lanzado en lo que va de año por Corea del Norte, y aseguró que Piongyang enfrentará una "represalia resuelta" si persiste en su ánimo belicoso, sostiene Yonhap.
Las Fuerzas Armadas surcoreanas se encuentran en alerta máxima. Sus integrantes, conjuntamente con oficiales de EE.UU., analizan en detalle los datos de este nuevo incidente.