"Ni Washington ni Pionyang tienen una opción militar, y lo saben"

Desde el final de la Guerra Fría, EE.UU. cree que no necesita dialogar con las potencias más pequeñas y débiles, pero la realidad es que estas naciones "pueden resistir", asevera un analista.

Los medios han presentado "la secuencia de acontecimientos" entre EE.UU. y Corea del Norte de manera que "hemos perdido la realidad en el fondo de esto": que "ninguno de los dos lados realmente tiene una opción militar", sostiene a RT el periodista de investigación y experto en políticas de seguridad nacional estadounidense Gareth Porter.

Según este analista, la opción bélica "simplemente no es realista para ninguna de las partes, y lo saben".

"Ambos lados están posando"

Así, Porter explica que EE.UU. "no tiene una opción militar con respecto a Corea del Norte desde hace muchos años".

La razón, según el experto, es que Seúl está a tan solo 26 millas (41 kilómetros) de distancia de la frontera norcoreana, y Pionyang tiene 8.000 piezas de artillería dirigidas contra la capital surcoreana, con lo cual, podría destruir una gran parte de la ciudad, matando también a hasta 200.000 estadounidenses que viven en sus alrededores. Este es "un incentivo bastante fuerte" para que Washington "no intente una opción militar contra Corea del Norte", asegura el periodista.

Por otro lado, Pionyang "sabe perfectamente" que fue destruido "casi por completo" por las bombas incendiarias estadounidenses en 1950, por lo que "tampoco hará nada parecido".

Por estas razones, "ambos lados están posando", afirma el periodista, quien tiene "muy claro" que lo que Corea del Norte está intentando conseguir es que EE.UU. se siente en la mesa de negociaciones "sin condiciones previas" para que pueda tratar de obtener "algunas concesiones" por parte de Washington, específicamente, poner oficialmente fin a la Guerra de Corea. "Pero también quiere tener relaciones normales con EE.UU.", enfatiza Porter.

"EE.UU. tiene un problema de dominación"

A juicio del analista, que cubrió muy de cerca las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán, EE.UU. "tiene un problema de dominación".

Según Porter, Washington tuvo este problema "tanto durante el período temprano de la Guerra Fría" como después del colapso de la Unión Soviética, cuando "hubo lo que ellos llaman el momento unipolar".

Desde ese momento, el Gobierno estadounidense "ha creído muy profundamente" que nada le impide "obligar a los países más pequeños y débiles a caer", y hay tres casos en particular "que todo el mundo conoce": Irak, Corea del Norte e Irán.

El problema radica en la creencia de EE.UU. de que "no tiene que practicar la diplomacia con potencias más pequeñas y débiles", pero "el hecho es que esas potencias más débiles tienen la capacidad de resistir", asevera el analista.