El supervolcán del parque natural de Yellowstone (EE.UU.) entra en erupción cada 600.000 años, y aproximadamente ese es el tiempo que ha pasado desde que lo hizo por última vez.
En relación con este hecho, a finales de agosto desde la NASA presentaron un plan para salvar a la Tierra de la amenaza de erupción del supervolcán. La medida consiste en perforar hasta 10 kilómetros por debajo de la tierra y enfriarlo con agua a alta presión.
Sin embargo, los geólogos del parque nacional donde se ubica el sistema de géiseres, aguas termales y fumarolas de Yellowstone se muestran menos que entusiasmados con este plan para prevenir lo que NASA califica como una amenaza para la humanidad.
В НАСА нашли способ обезвредить Йеллоустонский вулкан Йеллоустонский ... https://t.co/mE3QAlrtxA#USAone#USA#Yellowstonepic.twitter.com/39TBb01SC4— USAone (@usaonenews) 24 августа 2017 г.
Recientemente, un geólogo que trabaja en la reserva, el Dr. Jefferson Hungerford, pidió a los científicos de la agencia espacial de que se mantuvieran alejados del volcán.
"Meterse con la masa que se sitúa debajo del dinámico Yellowstone podría ser perjudicial para la vida que nos rodea. Sería una cosa potencialmente peligrosa con la que andar jugando", advirtió.
El Dr. Hungerford también dijo que no hay necesidad de intervenir en Yellowstone para evitar una erupción, porque afirma que no la llegaremos a ver.
"No veremos [una erupción]. Es muy probable que nunca la veamos", aseguró. Sin embargo, el geológo reconoció que, en caso de erupcionar, las consecuencias serían considerables: "Potencialmente, afectaría los patrones climáticos durante años".
Los científicos advierten que una de las mayores amenazas que conlleva la erupción de un supervolcán como el de Yellowstone sería la creación de un prolongado invierno volcánico global, lo cual se traduciría en una grave amenaza para los humanos y para muchas de las formas de vida del planeta.